14 DE OCTUBRE. PRESENCIA DE DIOS.
Podremos vivir siempre en la presencia de Dios por medio de la fe viva, que nos haga constantemente ver al Señor presente en TODAS PARTES, en el cielo, en la tierra y en los infiernos. Como el Señor está siempre en nosotros, y en cuanto nos rodea, conoce nuestros pensamientos, intenciones, deseos y hasta las más secretas intromisiones del amor propio, que con habilidad se infiltra hasta en las obras más santas. El recuerdo de la presencia de este Dios inmenso debería penetrarnos de sentimientos de temor, de respeto y humilde devoción. No olvidemos nunca que su mirada divina escudriña en nuestros corazones. Figurémonos a veces que estamos en él como en el aire que nos hace vivir, o como la esponja en el océano, o como el hierro que se funde en el fuego, penetrado totalmente por él. El alma que tiene espíritu de oración, es decir, anhelo de ORAR SIEMPRE, obedeciendo al precepto del divino Maestro, pierde rara vez la presencia de Dios. Lo mismo que no se puede olvidar al amigo ...