Viernes, 11 de enero: de la feria

Hoy vamos a terminar nuestros comentarios sobre la vida oculta de Cristo. Hablamos sobre el silencio de Cristo y su obra. Digamos una palabra sobre su obediencia: el Evangelio es formal: después de que María y José hubieron encontrado a Jesús en el templo, volvieron a Nazaret y allí, Jesús se sujetó a ellos  (Lucas 2:51). San Bernardo, comentando este pasaje, casi se ahoga ante el inusual espectáculo del Señor Jesucristo, obedeciendo a simples hombres. Pero inmediatamente después, instó a los cristianos a aprender a obedecer, siguiendo el magnífico ejemplo que nos ha dado Cristo.

¡Seamos realistas! ¿Somos obedientes? Creo que nos gusta mas hacer nuestra 'santa voluntad', nosotros que vivimos en este mundo, 'cacareando' y diciendo que somos amantes de la libertad... Creer que la historia de Adán y Eva, no nos ha hecho sabios: seréis como dioses...  ¡y hoy se sigue creyendo en ello! A pesar de la escalofriante visión de desgracias que la desobediencia ha causado en la tierra. Jesucristo, con acciones más que con palabras, nos pone en el camino correcto: el de la obediencia a nuestro Padre y a aquellos que legítimamente representan Su autoridad aquí.

Así encontró el joven monje Juan Colobos que fue discípulo de Abba de Amonas. Un día, Abba plantó un palo en el suelo y pidó a Juan de regarlo todos los días. Cosa que Juan hizo, y después de tres años, el palo comenzó a florecer y producir frutos. El viejo Amonas tomó las frutas del árboly llevándolos a la iglesia, dijo a todos los hermanos: tomad, comed el fruto de la obediencia...  (reportado por los antiguos textos de los padres del desierto). No sé si nuestros bastones florecerán, pero conozco el resultado que obtenemos: ¡ la paz del alma!

 PROPOSITO DEL DIA  : 
Intenta actuar durante el día, como el Señor






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