Domingo, 24 de febrero: Domingo Sexagésima
La que cayó en buena tierra, son los que después de haber oído la palabra con un corazón noble y bueno, la guardan y dan fruto por la gracia de la constancia. Tomado del evangelio del domingo.
En este domingo de la sexagésima, la liturgia nos da a meditar la parábola del sembrador. Y no es difícil para los predicadores ya que mismo Jesús explica esta parábola. Así, la semilla es la palabra de Dios y el campo representa el corazón de los hombres, más o menos bien preparados para recibir al Señor y que de fruto...
Esta parábola de nuestro Señor nos permite entender la historia del mundo, o mejor dicho, las dos historias del mundo: la primera historia es la vida del campo. Ella es bien conocida, porque llena nuestra prensa y nuestros libros de historia: guerras, las revoluciones, los poderes de la esclavitud, del placer y la violencia. Esta historia parece también hoy dominar el mundo y regularmente trae su cuota de miserias... Y luego está la segunda historia, la fabulosa historia de la semilla. Un sembrador vino hace 2.000 años, Dios vino a la tierra.
La semilla que plantó de una manera simple, discreta y usando algunos apóstoles, hizo maravillosamente fértil la tierra. Veremos los hombres cambiar, abandonar los apetitos mas primarios, de posesión e bienes materiales, de violencia y seguir el ejemplo del modelo divino que apareció en la tierra. Así fructificarán un San Pablo, San Antonio, San Francisco de Asís y muchos otros mas, darán a los que lo quieren ver, un ejemplo de una vida luminosa y alegre.
No solamente es el mundo un campo de batalla, también es el caso de nuestros corazones. Y nosotros que hemos recibido esta semilla, ¿qué haremos con ella?
PROPOSITO DEL DIA :
Leer el Evangelio de este domingo
En este domingo de la sexagésima, la liturgia nos da a meditar la parábola del sembrador. Y no es difícil para los predicadores ya que mismo Jesús explica esta parábola. Así, la semilla es la palabra de Dios y el campo representa el corazón de los hombres, más o menos bien preparados para recibir al Señor y que de fruto...
Esta parábola de nuestro Señor nos permite entender la historia del mundo, o mejor dicho, las dos historias del mundo: la primera historia es la vida del campo. Ella es bien conocida, porque llena nuestra prensa y nuestros libros de historia: guerras, las revoluciones, los poderes de la esclavitud, del placer y la violencia. Esta historia parece también hoy dominar el mundo y regularmente trae su cuota de miserias... Y luego está la segunda historia, la fabulosa historia de la semilla. Un sembrador vino hace 2.000 años, Dios vino a la tierra.
La semilla que plantó de una manera simple, discreta y usando algunos apóstoles, hizo maravillosamente fértil la tierra. Veremos los hombres cambiar, abandonar los apetitos mas primarios, de posesión e bienes materiales, de violencia y seguir el ejemplo del modelo divino que apareció en la tierra. Así fructificarán un San Pablo, San Antonio, San Francisco de Asís y muchos otros mas, darán a los que lo quieren ver, un ejemplo de una vida luminosa y alegre.
No solamente es el mundo un campo de batalla, también es el caso de nuestros corazones. Y nosotros que hemos recibido esta semilla, ¿qué haremos con ella?
PROPOSITO DEL DIA :
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