22 DE SETIEMBRE. LLEVE UNO LA CARGA DEL OTRO.

 Así lo hace Cristo en el Evangelio. Llega a Naím en el preciso momento en que llevan a enterrar al hijo único de un viuda. Mucha gente de la ciudad acompaña a la angustiada madre y se asocia a su dolor. Se compadecen del desamparo y de la angustia de la madre. El Señor ha dispuesto las cosas de tal modo, que su llegada a las puertas de la ciudad coincide con la llegada del cortejo fúnebre al mismo lugar. Jesús se siente conmovido. Se asocia amorosamente al dolor de la afligida madre y le ayuda a llevar la carga. "No llores." La madre advierte en seguida que el Señor ha penetrado hasta lo más hondo de su aflicción y que se une a su dolor. A las palabras de Jesús sigue después el acto. Se acerca al féretro y lo toca. Los portadores se detienen. Jesús ordena después al muerto: "Joven, yo te lo mando: ¡levántate!" El muerto se incorpora, y Jesús se lo devuelve vivo a la madre. Así lleva Jesús el peso, la carga de los otros, así se asocia a la pena y al dolor ajeno. ¡Un modelo para nosotros!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Encíclica "Mirari Vos" sobre los errores modernos, del Papa Gregorio XVI (1ª Parte)

Ahondando nuestra Fe

VANIDAD DEL MUNDO (2)