IMPORTANCIA DE LA SALVACIÓN (2)
¿Qué pude hacer a mi viña que no lo hiciera? (Is. 3, 4). ¿Qué más pude hacer a tu alma para que diera buenos frutos? Y, sin embargo, durante tantos años; ¿qué frutos has dado? Si se hubiera puesto en nuestras manos el escoger los medios para salvarme, ¿pudiéramos haber pensado en otros más seguros y más fáciles? Para hacerse santo no se requieren éxtasis y visiones, basta emplear los medios que la vida nos proporciona: frecuentad la oración, sed desprendidos, observad los mandamientos, aun en las cosas más menudas, y os haréis santos. De tantos años de vida cristiana ¿qué provecho he sacado hasta ahora? ¡Oh Jesús! tu sangre y tu muerte son mi esperanza!. Si tuvieras que morir esta noche, ¿morirías contento de tu vida? ¡Qizás No! ...Pues ¿a qué espero? A que tenga que decir en la hora de la muerte, ¡Ay de mí, que se me acaba la vida y no he hecho casi nada! ¡Cómo estimaría un moribundo desahuciado por los médicos un año o un mes más de vida! Pues Dios me lo da. ¿Y en qué lo emplearé en ...