La Caridad, el sacrificio más grande
Terminaremos la evocación de los sacrificios en la vida de los Santos, por
San Maximiliano Kolbe, mártir de la caridad.
Maximiliano, todavía un niño, tuvo una visión donde la Virgen María
sostenía dos coronas, una blanca (símbolo de la virginidad) y otra roja
(símbolo del martirio) y pidiéndole que eligiera una. El niño respondió: "¡elijo
ambas!"
Es en 1941 cuando el Padre Kolbe será arrestado por la Gestapo y
llevado a Auschwitz. En aquellos días hubo un preso que se escapó y, en
represalia, doce internos son elegidos entre los prisioneros para morir en un
búnker sin comida ni bebida. Uno de aquellos que fueron escogidos, el sargento
François Gajowniczek, se derrumba al pensar en su esposa e hijos.
Entonces un hombre sale de las filas, el Padre Kolbe. ¡Propone reemplazarlo!
El Padre Kolbe morirá en este búnker, después de haber ofrecido su vida por su
hermano, el gran icono de la caridad y el profundo valor del sacrificio.
Sin tener necesariamente el
destino de San Maximiliano Kolbe, no olvidemos que un día tendremos que dar
nuestra vida al Señor. ¡Que nuestro espíritu de sacrificio diariamente nos
prepare a ello!
PROPÓSITO
DEL DÍA
Oremos por la gracia de una buena muerte.
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