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Mostrando entradas de abril, 2022

30 Abril La Bondad de Jesús

  Si, como dice el Evangelio, todo árbol bueno produce buenos frutos (Mateo 7, 17), podremos figurarnos cómo serían de abundantes y selectos los frutos que se recogían del Árbol de la Vida, que es nuestro divino Salvador, suma Bondad y Bondad inagotable. Esto podremos apreciarlo en cuanto consideremos lo que fue su breve vida ENTRE LOS HOMBRES. El evangelio de San Mateo dice de él: “E iba Jesús recorriendo toda la Galilea enseñando en sus sinagogas y predicando el Evangelio del reino celestial, sanando de toda dolencia y toda enfermedad. Con lo que corrió su fama por toda     Siria. Presentábanle todos los que estaban enfermos y acosados de varios males y dolores agudos, los endemoniados, los lunáticos, los paralíticos, y a todos los curaba (Mateo 4, 23).” Y el evangelio de San Marcos añade: “Y doquiera que llegaba, fuesen aldeas, o alquerías, o ciudades, ponían los enfermos en las calles suplicándole que les dejase tocar siquiera el ruedo de su vestido. Y todos cuantos le tocaban qued

29 Abril JESÚS, NUESTRO CONSUELO

  El Salvador nos dijo: “Venid a mí todos los que andáis agobiados con cargas y trabajos, que yo os aliviaré”, e inmediatamente añadió: “Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis el reposo para vuestras almas (Mateo 11, 29-30)”, indicándonos con esto cuáles son las condiciones precisas para participar de sus beneficios. “TOMAD” pero no a la fuerza, sino contentos por ello; “tomad MI YUGO”, mi yugo suave y ligero, que en nada se parece al yugo del mundo, de las pasiones o del infierno. Los deberes que yo os impongo están plenamente de acuerdo con la sana razón, con la equidad y con la justicia. Los deberes que yo quiero que cumpláis elevan la inteligencia, ennoblecen la voluntad. Yo los hago fáciles por mi gracia, por la paz que inunda los corazones de quienes los practican y por la seguridad que dan de obtener la felicidad eterna, como premio de haberlos cumplido. Estos deberes, es verdad que a veces parecen penosos a los espíri

28 Avril San Andrés Corsino. — (+ 1373)

El bienaventurado Fr. Andrés Corsino fué natural de FÍorencia, y descendiente de la noble familia de los Corsinos. El día antes de que naciese, soñó Peregrina, su madre, que paría un lobo, el cual, entrando en la iglesia, poco a poco se había convertido en cordero, y aunque no entendió lo que aquel sueño pronosticaba, siempre estuvo con recelo y guardó el secreto hasta su tiempo. Encaminaban los piadosos padres a su hijo a la virtud y buenas letras, como a hijo que' era de oraciones, pero apenas había entrado Andrés en los años de la mocedad, cuando comenzó a llevar una vida desbaratada, huyendo del estudio y de la virtud, dándose a deshonestos placeres y juegos y entretenimientos dañosos, riñas, pendencias, y al desperdicio de la hacienda de sus padres, y poniéndose cada día en peligro de perder el alma y el cuerpo. Todas estas cosas eran clavos y puñales que atravesaban con increíble dolor las entrañas de sus padres. Pero llegó un día en que habiendo estado muy descomedido e inso

26 DE ABRIL. LA ALEGRÍA ESPIRITUAL

  Vivir en el servicio de Dios PARECE TRISTE y aburrido a muchas almas; a veces los mundanos llegan a encontrarlo insoportable. Y ¿por qué? Porque, como dice San Bernardo, "solo ven el exterior de la virtud y no ven, en cambio, la alegría interior que inunda los corazones de los amigos de Dios". Con ayuda de esta deliciosa alegría, fruto de la gracia, los santos llevaron fácilmente el yugo del Señor. Ni los sacrificios continuos que se imponían, ni las persecuciones de sus enemigos, eran capaces de abatirlos o disminuir su alegría, fundada únicamente en Dios. La santa alegría que resplandecía en sus semblantes EDIFICABA al prójimo y llevaba las almas hacia Jesús. ¡Cuántos corazones enamorados del mundo, ¡oh Dios mío!, se entregarían a ti sin reserva si comprendieran la felicidad que se esconde en tu santo servicio! Tenemos la prueba en tantas almas buenas que, sin necesidad de predicarnos, nos convencen calladamente. ¡Cuántos paganos se convirtieron al considerar la alegría d

DOMINGO IN ALBIS. LA PAZ INTERIOR

  Hay dos clases de paz: la de los PECADORES y la de los justos. La primera consiste en dar gusto a todas las inclinaciones viciosas, y en no negar nada, ni al corazón ni a los sentidos. Esta es una paz especial, porque un alma que así vive no tiene que luchar ni esforzarse para nadad. -Pero esta paz es la que disfrutaría un gobernante prisionero de su pueblo y obligado, por tanto, a ceder a todos sus caprichos y a sancionar todas sus voluntades. Podría compararse a las aguas muertas o a un cadáver en la tumba, ya que esta paz termina con la corrupción y con la pérdida del cuerpo y del alma. -Además, es tan solo superficial, porque el alma creada para reinar sobre los sentidos, no puede dejar de sentir pena y remordimiento sujeta al yugo de los mismos. Por eso, hasta los seres más depravados procuran ocultarse y buscar las tinieblas para hacer el mal. ¡Qué distinta la paz de los JUSTOS! Ella mantiene el orden y la tranquilidad interior; coloca el alma en el lugar que le corresponde ent

20 DE ABRIL. MIÉRCOLES DE PASCUA: EL SANTO BAUTISMO

  "Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino, que os está preparado desde el comienzo del mundo. Aleluya" (Introito) . Con estas palabras recibe el Señor a los neófitos, en el umbral del templo. "Tomad posesión del reino.". En primer lugar, del reino de Dios aquí sobre la tierra, o sea, la santa Iglesia. Aquí, en la santa Iglesia, a la cual fuimos incorporados por nuestro santo Bautismo, somos los benditos del Padre, colmados por Él, desde el cielo, con toda clase de bendiciones sobrenaturales. Aquí, podemos cantar al Señor "el cántico nuevo", el cántico de los bautizados, de los amados hijos de Dios, el cántico de los rescatados del pecado. Aquí, se nos aparece el Señor, en el sacrificio de la santa Misa. Marchamos sobre nuestra vacilante barquilla. Él, sobre las firmes riberas de la eternidad. Sobre unos palos encendidos, nos ha preparado un pez asado y un pan, y nos convida después: "Venid y comed." El Señor nos reparte el Pan de l

19 DE ABRIL. MARTES DE PASCUA: EVANGELIO DEL DÍA

Después de haber convencido a sus discípulos de la reallidad de su Resurrección, dice el Evangelio que el divino Maestro les iluminó la inteligencia, para hacerles comprender por qué fue necesario que Cristo SUFRIESE como sufrió, y por qué hubo de resucitar al tercer día; es decir, que les reveló el gran misterio de la Redención, operado merced a la muerte y resurrección del Hombre-Dios. "Era necesario que Cristo sufriese", les dijo, no porque sus dolores fueran necesarios para nuestra salvación, ya que para salvar al género humano hubiera bastado con un suspiro, sino porque tal fue la voluntad divina, que era necesario que se cumpliera. ¡Qué lejos estamos de SOMETERNOS  a los designios del Padre celestial, como lo hizo Jesús! Sabemos que nada puede suceder sin permiso de Dios, y, sin embargo, en cuanto alguna obra nos resulta trabajosa o nos cansa, en cunato se trata de llevar la cruz, razonamos, dudamos, se subleva nuestra naturaleza y a veces murmuramos y nos quejamos amar

15 DE ABRIL. VIERNES SANTO: JESÚS EN LA CRUZ

 La cruz era el SUPLICIO de los ESCLAVOS, es decir: de aquellos a quienes se negaba en la antigüedad dignidad y derechos de hombre, colocados al propio nivel de los animales. Era inaudito que un hombre libre hubiera tenido que sufrir semejante deshonor, mirado por el mundo entero como el mayor de los oprobios. Entre los Judíos, la misma Escritura sancionaba tal sentimiento al lanzar maldición sobre el que hubiera sido colgado del infame madero.  Maledictus qui pendet in ligno (Deuteronomio 21, 23) . Por eso en Judea se alejaban con verdadera repugnancia del condenado a morir en cruz, de la que solo pendían los más grandes facinerosos y los seres más viles y degradados. ¡Oh Jesús, santidad por esencia y grandeza infinita! ¿Por qué quisiste ser tratado de TAN INDIGNA manera? Tú mismo parecías ir al encuentro de semejante humillación, predicha por los profetas, haciendo gala de ella, ofreciéndote a tus enemigos para que te clavaran y levantaran en aquel infame patíbulo, en ignominioso esp

14 DE ABRIL. JUEVES SANTO: LA ÚLTIMA CENA

 Llegó entre tanto el día de los Ázimos, dice San Lucas, en el que era necesario sacrificar el cordero pascual; Jesús, pues, envió a Pedro y a Juan, diciéndoles. “Id a PREPARANOS lo necesario para celebrar la Pascua. Así que entréis en la ciudad, encontraréis a un hombre que lleva un cántaro de agua, seguidle hasta la casa en que entre y diréis al padre de familia: El Maestro te envía a decir dónde está la pieza en la que yo he de comer el cordero pascual con mis discípulos. Y él os enseñará, en lo alto de la casa, una sala grande bien aderezada; preparad allí lo necesario.” –Esta PASCUA es figura de la Eucaristía; la SALA bien aderezada simboliza el alma en estado de gracia, enriquecida de virtudes sobrenaturales y dones del Espíritu Santo; PEDRO Y JUAN representan la fe y el amor, disposiciones necesarias para recibir el Cuerpo de Nuestro Señor. En la tarde del Jueves Santo, el cordero pascual estaba aderezado sobre la mesa del Cenáculo, en que se reunieron los discípulos con el divi

13 DE ABRIL. MIÉRCOLES SANTO. EL VIA-CRUCIS

Sin hablar del gran    número de indulgencias con que fue enriquecida esta devoción, podremos apreciar sus ventajas considerando que cada una de las estaciones del Vía-Crucis es como una ESCUELA DE VIRTUDES. En nuestros devocionarios y libros de piedad están descritas las escenas de la Pasión; el Vía-Crucis nos hace asistir a la condenación del Salvador, viendo a Pilato sentado en su tribunal y al Hijo de Dios en pie ante él, escuchando la sentencia de muerte a que tan injustamente fue condenado. ¡Y qué inaudito espectáculo éste! Nos hace contemplar la inocencia infinita, cargada por nuestras culpas con la cruz de los criminales, y al Todopoderoso desfallecer bajo el inmenso peso de nuestros pecados. El ejemplo arrastra más fácilmente que la palabra. Nuestra fidelidad, pues, en seguir a Jesús por su Vía dolorosa, es uno de los medios más eficaces para lograr nuestra santificación, y es MEDIO que está al alcance de todos y que, sin fatigar el espíritu, reanima poderosamente el corazón.

12 DE ABRIL. MARTES SANTO: LA CRUZ DEL SEÑOR Y LA NUESTRA

    Cuando la humanidad vio al Unigénito de Dios, cargado con su pesada Cruz, avanzando penosamente por el camino del Calvario, hubiera podido tener un presentimiento clarísimo de su futura LIBERACIÓN. La iniquidad iba a ser borrada de la tierra, la justicia divina apaciguada, el infierno cerrado y la esperanza de salvación devuelta a las almas de buena voluntad. –Así, cuando el Señor nos aflige veamos en ello una señal de que quiere PERDONARNOS, preservarnos de la condenación eterna, hacernos recuperar la gracia perdida o aumentarla con los dones y virtudes que la acompañan. ¡Cuántos motivos para estimar el sufrimiento y para no quejarnos ni murmurar de las pruebas que Dios nos envía! Jesús, llevando la Cruz a cuestas para dejarse luego enclavar en ella, nos dio una prueba convincente de su amor por nosotros. –También es una señal de amor que haya querido hacernos participar de sus penas y de sus ignominias. Cuando sufrimos abandonándonos al beneplácito de Dios, podemos decir que, com

11 DE ABRIL. LUNES SANTO. LA SANTA FAZ

  Después que los verdugos hubieron azotado al Salvador de la manera más cruel, cuando ya nada les quedaba por destrozar de su cuerpo ensangrentado, imaginaron atormentar su sacratísima cabeza. Reuniendo a la soldadesca romana, revistieron a Jesús por segunda vez con el manto de púrpura y, trenzando una corona de largas y agudas espinas, se la colocaron sobre la cabeza, incrustándoselas violentamente a fuerza de golpes, sin cuidarse para nada de las heridas que abrían con en su rostro hermosísimo. ¡Qué maldad tan grande la de los hombres y que bondad tan infinita la de Dios! ¿Dónde están ahora aquellas facciones divinas en las que se reflejaban tanta dulzura y majestad? ¿Y qué ha sido de aquella mirada de Jesús a cuyo imperio los soberbios fariseos se volvían tímidos y los pequeños y humildes se enardecían? Sus ojos divinos parecen apagados por el dolor, y su rostro, todo cubierto de heridas y de sangre, está tan desfigurado que apenas podrían reconocerse sus rasgos divinos.  Muy pront

10 Abril DOMINGO DE RAMOS

  ¿Quién hubiera podido pensar que Jesús, después de haber sido objeto del entusiasmo del pueblo que le aclamó delirante, se convirtiera en tan breve espacio, y a pesar de ser el más dulce de todos los príncipes, en objeto del odio y desprecio de aquel mismo pueblo? Hoy los judíos se precipitan a su encuentro, ensalzan su nombre y le llenan de alabanzas. Dentro de breves días enviarán soldados para prenderle, amarrarle y llenarle de golpes y de injurias. Hoy cantan: “Hosanna al Hijo de David”, pronto preferirán la libertad de Barrabás antes que la suya, y gritarán: “¡Crucifícale, crucifícale!”- Tal es la INCONSTANCIA del mundo que maldice al día siguiente a quien exaltó la víspera. Aun antes de terminarse tan hermoso día, el Señor, tan pacíficamente triunfador, había sido ya casi olvidado por los mismos que, poco había, le aclamaron con entusiasmo delirante. Jesús en Jerusalén, durante todo el día, predicó, sanó enfermos y derramó en torno de si la gracia de sus beneficios. Sin embar

8 DE ABRIL. LOS DOLORES DE LA VIRGEN

  Después que el cuerpo de Nuestro Señor fue desclavado de la cruz, dice la tradición que fue puesto en brazos de su Madre desolada. María pudo contemplar entonces el LASTIMOSO ESTADO de su amadísimo Hijo. Ella lo había entregado a los hombres "blanco y rubio, escogido entre millares" y de una belleza impresionante, y ese Hijo divino le fue devuelto tan desfigurado por los golpes y las heridas que apenas era posible reconocerle. María pudo considerar despacio, con el corazón traspasado por mil crueles espadas, la profundidad de las llagas, las carnes rotas y los huesos al descubierto. Al contemplarle en aquel tristísimo estado, al que por NUESTRAS INIQUIDADES fue reducido, se sintió llena de dolor y de amor y sus ojos derramaron raudales de lágrimas, capaces de enternecer a los corazones más duros. ¡Qué ingratos seríamos si permaneciéramos insensibles ante el espectáculo de un Dios muerto, cubierto de llagas, entre los brazos de su Madre desolada! Y todo  fue OBRA NUESTRA, la

5 DE ABRIL. LA CONTRICIÓN.

  ¡Oh Señor mío y Dios mío! ¿Cómo he podido rebelarme contra ti, MAJESTAD SOBERANA, contra ti, que otorgas el poder a los reyes de la tierra, yo, que soy la misma nada y nada tan despreciable? Tan insensato he sido, que he llegado en mi audacia a ultrajarte aprovechándome de la existencia que tú me dabas sin pensar que podías, por un decreto de tu Justicia divina, cortar el hilo de mi vida. He ofendido tu Sabiduría, al contrariar los designios de tu Providencia y sin respetar tu Inmensidad, que llena el universo, he pecado ante tu mirada divina. Esto debiera llenarme de confusión y vergüenza suficientes para abatir mi orgullo. ¡Cuán fea es mi ingratitud cuando, al considerar las ofensas que te hago, no brotan las lágrima a raudales de mis ojos! ¡Qué grande es, Dios mío, tu bondad, cuando, a pesar de la dureza de mi corazón, quieres seguir soportándome! Padre mío, tú me adoptaste como hijo el día que fui bautizado, y, a pesar de ello, he tenido la osadía de renegar de ti y gastar locame

4 DE ABRIL. EL ODIO AL PECADO

  Si un VIL INSECTO hubiera herido de muerte a alguno de nuestros amigos o parientes, o a un padre amado tiernamente, nos sería imposible el verlo sin aplastarlo con indignación. Y, sin embargo, nuestros pecados han crucificado, haciéndolo morir de la manera más cruel, a nuestro Creador, Redentor y Dios ¿y somos capaces de vivir sin preocuparnos de destruirlos?-Si hubiera en nuestro jardín una planta tan terriblemente venenosa que pudiese envenenar todas las aguas del océano, nos apresuraríamos a arrancarla inmediatamente. Pues bien, nuestros pecados han convertido en mar de justicia el océano de la divina misericordia, y la cólera divina ha sumergido al Santo de los santos en angustia y tribulación, porque quiso tomar sobre sí el peso de nuestros crímenes. ¿Cómo es posible que no empleemos nuestra vida entera en destruir hasta las raíces del pecado, planta deicida, que no solo nos envenenó el alma, sino que fue la causa de la muerte del mismo Dios? Dios mío, quiero decidirme a ello de

DOMINGO DE PASIÓN. LA PASIÓN DE JESÚS

  El misterio de los sufrimientos de Jesús nos facilita la fe para creer en los demás misterios. ¿Quién, como Dios crucificado, podría darnos más alta idea de las inefables perfecciones de las tres divinas personas? Del Padre, cuya justicia, alteza y santidad exigieron semejante reparación; del Hijo, cuya sabiduría y bondad resplandecen de modo tan maravilloso en la obra de nuestra Redención; y del espíritu Santo, que con tanto amor y generosidad aplica  a nuestras almas las inagotables riquezas de la Pasión de Jesús. -La eternidad del infierno y la del cielo se hacen patentes al considerar los suplicios del Hombre-Dios porque, según el pensamiento de San Bernardo, el Verbo infinito y eterno no se hubiera hecho carne, ni hubiera tomado sobre sí tan crueles tormentos, si no se hubiese, tratado para nosotros o de una desgracia sin remedio, o de una felicidad sin fin. ¡Y qué INTERÉS tan grande tendrá para nosotros la salvación, qué precio la gracia divina, qué nobleza nuestra alma, qué al

2 DE ABRIL. JESÚS, OBEDIENTE HASTA LA MUERTE

  "Porque es de suyo imposible, dijo el Apóstol, que con sangre de toros y de machos cabríos se quiten los pecados, por eso el Hijo de Dios, al entrar en el mundo, dice a su Eterno Padre: Tú no has querido sacrificio ni ofrenda; mas a mí me has apropiado un cuerpo mor mortal: holocaustos por el pecado no te han agradado. Entonces dije: heme aquí que vengo, según está escrito de mí al principio del libro, para cumplir, oh Dios, tu voluntad (Hebreos 10) ." Cuánto MÁS AGRADABLE fue para el Padre celestial el sacrificio de la voluntad del Unigénito de Dios, que todos los sacrificios y holocaustos que le fueron ofrecidos por la Antigua Ley. Por esto añade el apóstol San Pablo que el acto de obediencia realizado por el Salvador al aceptar la muerte fue precisamente lo que obró nuestra santificación. Pues a la manera que por la desobediencia de un solo hombre fueron muchos constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, que es Nuestro Señor Jesucristo, serán mucho