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Mostrando entradas de marzo, 2020

San Hugo, obispo de Grenoble. — 1" de abril. (+1132)

Fué el glorioso san Hugo de nación francés, y nació de nobles y virtuosos padres, en CastelNuevo, en la provincia del Delfinado, cerca de la ciudad de Valencia. Su padre Odilón, caballero y militar, acabó santamente su vida en la Cartuja siendo de edad de cien años y recibió los sacramentos de manos de su hijo obispo. El mismo consuelo alcanzó su virtuosa madre. No tenía san Hugo sino veinte y siete años, cuando el legado del Papa le apremió para que aceptase el obispado de Grenoble, y se fuese con él a Roma para ser consagrado del sumo Pontífice Gregorio ' VII. Estaba a la sazón en Roma la condesa Matilde, señora no menos piadosa que poderosa, la cual le presentó grandes dones y todo lo necesario a la consagración. Muy lleno de espinas y malezas halló san Hugo el campo de aquella iglesia de Grenoble; los clérigos llevaban vida relajada, los legos estaban enredados en logros y usuras, los hombres sin fidelidad, las mujeres sin vergüenza, los bienes de la Iglesia enajenados, y todas

MIÉRCOLES DE PASIÓN

“EFECTOS DE LA REDENCIÓN” Para comprender el inmenso beneficio que nos hizo el Señor al preservarnos del INFIERNO, tendríamos que darnos cuenta del   horror de los suplicios eternos. Santa Teresa, a quien fue revelada la intensidad de estos tormentos, asegura que todo cuanto de ellos oímos y leemos queda muy por debajo de la realidad. El fuego más abrasador de este mundo, continúa ella, es como un fuego pintado, si lo comparamos con la ardiente hoguera que tortura a los condenados. Allí están ellos como desmenuzados en mil pedazos sin la menor esperanza de consuelo; en tan espantoso lugar hay un hedor pestilente, tan insoportable, que hace casi imposible el respirar. El cuerpo y el alma son torturados con suplicios exquisitos, y lo que colma de desesperación a los condenados es el pensamiento de que el infierno NO TENDRÁ FIN    y que las penas eternas no serán nunca mitigadas. “Hace ya más de diez años, añade la Santa, desde que tuve semejante visión, y todavía me siento sobrecog

CIEN AÑOS DE MODERNISMO (52)

3. Las variaciones modernistas desde los protestantes  Si el modernismo protestante se define sobre todo por su crítica pura, que hacía tabla rasa de las cosas y de los hechos, el punto de unión con los modernistas que salieron del catolicismo es la idea de evolución, el desarrollo perpetuo de la vida. En filosofía hay una crítica del conocimiento mucho más radical que la de Kant. Para los bergsonianos, las cosas no sólo son incognoscibles, sino que no existen y ni siquiera pueden existir en el sistema del puro cambio. Si los alemanes erigen altares a la diosa Razón y construyen magníficos palacios de ideas vacías, Bergson prefiere confinarse en las mazmorras de su conciencia, iluminadas por sus impresiones subjetivas. La emoción hace las veces de conocimiento y de razón; la conciencia ciega hace las veces de inteligencia. Los alemanes identificaban lo racional y lo real, la idea y la cosa. Bergson, que ha negado las cosas y la realidad fuera del yo, se contenta con afirmar su libert

CIEN AÑOS DE MODERNISMO (51)

Balance del modernismo «católico» Antes de cerrar este estudio del modernismo en terreno católico, es importante, como para el modernismo protestante, hacer un balance. Después de un resumen de los personajes más representativos de la época, podremos descubrir la progresión realizada desde el tiempo del protestantismo. Luego deberemos reunir los principios fundamentales comunes para determinar si el modernismo se presenta como una simple evolución de las ideas o como una revolución anticatólica. Terminaremos con una comparación entre las reacciones romanas y las de las autoridades protestantes.  1. Resumen de los autores En filosofía,  Bergson y Le Roy introducen algunas novedades en la filosofía moderna, pues dan inicio al giro hacia lo irracional, que es el atributo propio del existencialismo, el cual aparece en el período de entreguerras. Sin renunciar al principio kantiano de la crítica pura, se pone el acento sobre todo en el aspecto de la evolución. Es la evolución creador

Santos Jonás y Baraquisio, hermanos, mártires. (+ 327.) 29 de Marzo

Al tiempo que Sapor, rey de Persia, perseguía cruelísimamente a los cristianos, vivían en una aldea llamada Jasa dos hermanos llamados Jonás y Baraquisio, los cuales llegando a la villa que se llama Bardiaboth, fueron a visitar a los cristianos que estaban presos y hallaron nueve que estaban ya condenados a muerte. Y viéndolos muy atormentados y maltratados, les dijeron: Hermanos, no temamos cosa alguna; en nombre de nuestro Jesús crucificado, sustentemos una batalla para alcanzar la sempiterna corona.» Animados con estas palabras los santos presos, padecieron el martirio y recibieron la palma y vestidura inmortal de la gloria. Después de esto fueron acusados los dos santos hermanos ante unos crueles magos que hacían oficio de jueces, los cuales les intimaron obediencia al rey, y reverencia al sol, al fuego y al agua. «No tengo que ver, dijo Jonás, con el sol, luna ni estrellas, ni con el fuego ni el agua, que son vuestros dioses, ni es Sapor ningún rey inmortal para que se haya de obe

SÁBADO DE LA CUARTA SEMANA DE CUARESMA

“¡VENID A LA LUZ!” 1.     Un día de santo júbilo. Los catecúmenos se hallan reunidos en el Santuario del gran obispo Nicolás. Hacen su examen bautismal. A ellos se dirige la invitación de hoy: “Sedientos, venid a las aguas (del santo Bautismo). Venid y bebed con alegría” (Introito). ¿Qué encontrarán en el santo Bautismo, en el cristianismo, en la Iglesia? 2.     En el santo Bautismo encontramos al Señor y Pastor de nuestras almas (Epístola). “Esto dice el Señor (al Mesías, a Cristo): En el día de la Salud (cuando Tú realizaste la obra de la Redención, en tu Pasión) te auxilié. Te salvé y te constituí reconciliador de mi Pueblo, para que restaurases la tierra y poseyeses las herencias disipadas.” El Padre entrega a su Hijo encarnado la humanidad, principalmente el mundo pagano, nosotros, no para que Él juzgue al mundo, sino para que lo salve (Jn. 3, 16). El Salvador, enviado por Dios, nos llama a todos a Sí. “¡Vosotros, los encadenados, sed libres! ¡Vosotros, los que estáis e

San Guntrano, rey y confesor. — 28 de marzo. (+593.)

Fué el piadosísimo rey san Guntrano hijo de Clotario, rey de Francia, y nieto de Clodoveo I y de santa Clotilde. Como era hijo segundo, a la muerte de su padre heredó los reinos de Orleans y de Borgoña; lo cual fué ocasión de muchas guerras con sus hermanos Cariberto y Sigeberto: y si al principio de su reinado traspasó los límites de la humanidad, tratando con excesivo rigor a sus enemigos, cosa harto frecuente en aquellos tiempos, también es verdad que hizo rigurosa penitencia todo el tiempo de su vida, procurando de alcanzar como David la divina misericordia con muchos ayunos, grandes asperezas y limosnas. Puso debajo de su protección a los hijos de sus hermanos, colmándoles de beneficios y jamás se sirvió de los felices sucesos de sus victorias para su propia medra y engrandecimiento, sino para el bien universal de sus vasallos. Y como era príncipe muy cristiano y santo, y sus leyes eran justas y humanas, florecía su reino con grande abundancia y prosperdiad, así en tiempo de «paz

CIEN AÑOS DE MODERNISMO (50)

5. Los resultados positivos  «Es necesario que haya herejías» (1), decía san Pablo en el primer siglo de nuestra era. ¿En qué sentido pueden ser necesarias las herejías, ese mal espantoso que mata la fe? ¿En qué sentido el error y las tinieblas pueden servir a la causa de la verdad y de la luz? En el sentido de que su oscuridad permite dar mayor relieve a la luz de la verdad. Gracias al choque de las herejías, el dogma católico y los esfuerzos teológicos hicieron progresos, siempre en el mismo sentido, afinando los conceptos y destacando expresamente lo que entonces sólo estaba contenido implícitamente. Esto es lo que hizo el modernismo. Permitió el progreso teológico y científico en materias tan conexas como la filosofía cristiana, la crítica bíblica y el desarrollo del dogma. El primer debate que suscitó el modernismo fue la relación entre la filosofía y la fe de la Iglesia. La fe católica está sostenida por una filosofía. Los herejes lo saben mejor que nosotros, ya que dicen por

VIERNES DE LA CUARTA SEMANA DE CUARESMA

“¡YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA!” 1.     Vayamos hoy con corazones alegres a San Eusebio. El punto de reunión es la gran campiña de la antigua Roma, destinada a los muertos y a sus tumbas. Ante nuestro espíritu se presenta Cristo, el Resucitador de los muertos, el Señor de la muerte y del sepulcro. Cantémosle jubilosamente con el Introito: “Los sentimientos de mi corazón estarán siempre en tu presencia, Señor, Ayudador y Redentor mío.” También a mí me has resucitado de la muerte (del pecado), y me resucitarás definitivamente (el día del Juicio) de la muerte a la vida eterna. “Los cielos (los resucitados de la muerte del pecado a la vida de la gracia y de la gloria) cantan la magnificencia del Señor (Cristo), y las obras de sus manos (sus prodigiosos hechos, su poder de resucitar) están patentes en el firmamento (en los redimidos del cielo y de la tierra)” (Sal. 18, 2. Salmo del Introito). 2.     Jesús resucita a Lázaro. Es éste uno de los más portentosos milagros obrados por

San Juan, ermitaño. 27 de Marzo (+ 718.)

Nació el glorioso san Juan ermitaño en Licópolis de la Tebaida, de padres muy escasos en bienes de fortuna, y luego que tuvo edad aprendió el oficio de carpintero; mas el Señor, que quería labrarle, le llamó a la soledad, para hacer de él uno de los varones más santos del desierto de Egipto. Hízose discípulo de un santo anciano, el cual descubriendo en aquel mancebo una humildad y obediencia extraordinarias, en breve, tiempo le hizo adelantar mucho en el camino de la perfección. Un año entero estuvo regando por obediencia un palo seco, dos veces al día, y procurando mover de su asiento un gran peñasco que muchos hombres no pudieran mover: y el Señor recompensó su ciega obediencia, concediéndole después el don de milagros y profecía. Muerto su santo maestro, pasó Juan cinco años en diversos monasterios, y luego se fué a una montaña desierta y abriendo en la peña una celdilla, se encerró en ella, y por espacio de cuarenta años llevó en este linaje de sepultura una vida de ángel, saborean

CIEN AÑOS DE MODERNISMO (49)

4. El juramento antimodernista  Si el modernismo no hubiera sido más que una herejía, aunque tan generalizada como el arrianismo, las condenaciones romanas no habrían ido más lejos. Los herejes obstinados se habrían separado de las filas de la Iglesia para fundar su propio movimiento, como siempre habían hecho. El modernismo, en cambio, convencido de que su postura está bien fundada, tiene la pretensión de reformar la Iglesia desde dentro. Los lobos, disfrazados con piel de cordero, se obstinan en quedarse en el aprisco para transformarlo furtivamente en lobería. El modernismo no es sólo una herejía o una apostasía, es una quinta columna. Pascendi habla de los seudónimos utilizados para engañar al lector desprevenido simulando una enorme cantidad de autores. El modernista, como nunca se repetirá bastante, es un apóstata al mismo tiempo que un traidor de hecho y de derecho. La traición y la duplicidad son partes integrantes de su mismo sistema. El modernista de buena cepa es el que p

JUEVES DE LA CUARTA SEMANA DE CUARESMA

                            “¡JOVEN, YO TE LO MANDO, LEVÁNTATE!” 1.     Hoy nos reunimos en la iglesia del resucitador de muertos, San Martín de Tours, para asistir a la resurrección del hijo de la Sunamita (Epístola) y del joven de Naím (Evangelio). “Buscad al Señor, y seréis fortalecidos. Buscad siempre su rostro” (Introito), su misericordia, su gracia. 2.     Jesús se dirige, como al azar, hacia Naím con sus discípulos. A las puertas de la ciudad le sorprende un cortejo fúnebre: llevan a sepultar a un joven, esperanza y sostén de la madre, la cual va llorando en pos del féretro. El Salvador, movido a compasión, se acerca al féretro y grita al muerto: “¡Joven, yo te lo mando, levántate!” El muerto se incorpora, y Jesús se lo entrega a la feliz madre. Sí; así es el Corazón de nuestro buen Salvador: un Corazón lleno de comprensión, de piedad. Pues, ¡y su poder, con el cual impera al muerto: “Joven, yo te lo mando, levántate!” ¡Él da la vida, devuelve su hijo a la madre, ayud

MIÉRCOLES DE LA CUARTA SEMANA DE CUARESMA

“YO SOY LA LUZ DEL MUNDO” 1.     Acompañemos a los catecúmenos a la Basílica del Apóstol de las Gentes, San Pablo. Allí sufrirán hoy un riguroso examen para ver si pueden ser admitidos al santo Bautismo, al cristianismo. Si resisten las pruebas, se realizará con ellos la ceremonia de “la apertura de los oídos y recibirán en seguida de manos de la Iglesia el Evangelio, el Símbolo de la Fe y el Padrenuestro. Nosotros renovemos el recuerdo de nuestro santo Bautismo. 2.     “En aquel tiempo, al pasar Jesús, vio a una hombre ciego de nacimiento.” Ciego desde que nació ¡Noche eterna! Nada de ojos, nada de luz. La imagen que él se forma del mundo es una imagen totalmente distinta de la realidad, radicalmente defectuosa. Muchas, muchísimas cosas de esta vida temporal permanecen desconocidas para él. ¡Pobre! Pero, he aquí que llega Jesús. “Yo soy la Luz del mundo.” Con su saliva y un poco de barro prepara una pasta y se la coloca al ciego sobre los ojos. Después le ordena: “Vete y láv

CIEN AÑOS DE MODERNISMO (48)

2. El decreto Lamentabili  A causa de su gravedad, los manifiestos de Loisy habían sugerido la idea de un documento pontificio que señalara nominalmente los errores. De esta forma, por analogía con el acta de Pío IX, se hablaba comúnmente de un nuevo Syllabus en perspectiva. Como el epicentro del cataclismo estaba en Francia, de allí surgió la iniciativa. En octubre de 1903 los teólogos Letourneau y Pouvier presentaban al cardenal Richard, de París, un informe que contenía treinta y tres proposiciones extraídas de dos escritos de Loisy, para que lo sometiera al Santo Oficio. Ese mismo año Roma ponía la mayoría de sus obras en el Índice. En la nota adjunta a la inclusión en el Índice, el cardenal Merry del Val daba exactamente la orden que iba a seguir Lamentabili cuatro años después, lo que da a entender que ya existía entonces un primer esbozo en el Vaticano, aunque la fuente principal siguiese siendo el informe de París, pues el decreto debía reproducir, palabra por palabra, veint