Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2023

Lecc 7 LA REVELACION (2)

La historia prueba la necesidad de la revelación. — Pero, además, aun para el estado natural y para las verdades morales humanas, le es necesaria al género humano la revelación. Para lo cual basta ver la naturaleza humana y la historia de la Humanidad No niego que un hombre de eximio ingenio, colocado en especiales circunstancias, no pueda conocer todas las verdades del orden moral, toda la ley natural, todos sus deberes. Tampoco digo que haya alguna verdad moral, alguna ley natural, que esté oculta al entendimiento de algún hombre; todas ellas pu den ser conocidas por la razón sola.  En fin, tampoco digo que la razón humana no tenga fuerzas para llegar a conocer todas las verdades naturales del orden moral. Lo que digo es que, en el estado en que quedó la naturaleza después del pecado de Adán, el género humano, la generalidad de los hombres, no hubiéramos podido conocer la ley natural toda, si Dios no nos hubiera dado algún auxilio especial, y de no darnos otro, por lo men

El Miércoles de Ceniza

Un año más,   nuestra frente   ha sido rociada con la ceniza al inicio de la Cuaresma, el miércoles de Quincuagésima (rito propio de ese día y para ese Miércoles,   sin posibilidad de trasladarlo al Domingo, día festivo ). Y una vez más, este rito penitencial recuerda nuestra caducidad, la fugacidad de esta vida, la necesidad de hacer penitencia y realizar la sanación del alma. El breve gesto de imponer la ceniza no debe olvidarse fácilmente: ha de dejar su impronta en la mente y el corazón, ahondar en lo que hemos recibido y el espíritu con que la Iglesia lo ha realizado. Será bueno entonces, conocer despacio la historia del rito de la ceniza y su mistagogia, su sentido espiritual. Comencemos por leer a  Dom Guéranger , fascinado por el rito romano y estudioso de sus ritos, en  “L’année liturgique. Le Temps de la Septuagésime” , Tours 1922 (5ª), en las pp. 252 ss: “Ayer el mundo se movía en sus placeres, los mismos hijos de la promesa se entregaban a inocentes alegrías; desde esta mañ

Lecc 6 LA REVELACION (1)

   Qué et revelación. —La Revelación es la manifestación que Dios nos hace de una verdad. Revelar es quitar el velo, manifestar, enseñar una cosa que estaba oculta. Esta revelación o manifestación Dios puede hacerla por medio de sus criaturas, manifestándonos por medio de ellas su omnipotencia, su sabiduría, sus atributos; esta revelación natural, en rigor no se llama revelación. Llamamos revelación propiamente a la que Dios hace directamente a los hombres enseñándoles, de un modo superior a la naturaleza, algunas verdades que después creemos no por verlas en sí, sino por habérnoslas enseñado Dios. Y, en general al menos, se trata de verdades que nos estaban ocultas o nos hubieran estado ocultas si Él no nos las hubiera revelado. Esta revelación se hizo, por ejemplo, en el Monte Sinaí a Moisés; a Abraham cuando le prometió que su descendencia seria mayor que las estrellas del cielo; a Isaías, cuando le reveló la venida y los sufrimientos del Mesías; a Daniel, cuando le reveló el ti

VANIDAD DEL MUNDO (2)

  ¿Qué nos aprovecha nuestra soberbia? - dirán los grandes del mundo que están en el infierno-  ¿De qué nos sirve el orgullo de nuestras riquezas? Todo pasó como una sombra, y no ha quedado de todo aquello más que tormentos eternos. En la hora de la muerte el recuerdo de las prosperidades mundanas no nos producirá confianza, sino temor y confusión. En tantos años de vida y de religión, ¿qué he hecho hasta ahora por Dios? Señor, ten piedad de mí, y no me arrojes de tu presencia. La hora de la muerte es la hora de la verdad; entonces se ve que todo lo de este mundo es vanidad, humo, ceniza.  ¡Cuántas veces te he cambiado por nada! Ya no me atrevería a esperar el perdón si no supiera que has muerto por mí. Ahora te amo sobre todas las cosas, y aprecio más tu gracia que todos los reinos del mundo. La muerte es un ladrón: Aquel día viene como un ladrón ; es un ladrón que nos despoja de todo: de todo, de hermosura, de dignidades, de parientes, y hasta de nuestra carne. Se le llama también a

Lecc 5 - LA FE

  Qué es fe. —Fe es creer lo que no se ve, porque nos lo asegura otro que lo ve o ha visto; el asentimiento que se da a alguna cosa como verdadera por el testigo fidedigno. Si viene un habitante del norte de Noruega y me dice que allí la noche dura meses en invierno y el día también en verano, yo, aunque no lo he visto, se lo creo, por su veracidad, si le conozco como hombre digno de fe. Él ve o ha visto lo que dice; yo no lo he visto, pero lo creo: tengo fe. Fe humana y fe divina. —La fe puede ser humana o divina, según el testimonio por el que se cree sea humano o divino. Si creo a un hombre que me asegura una cosa, es fe humana. Si creo a Dios, porque lo ha dicho Dios, es fe divina. Necesidad de la fe. —La fe humana es necesaria al hombre para la vida. Las más de las cosas que sabemos las sabemos por fe humana, porque nos lo aseguran otros. Así la Geografía, la Historia, la Física y otras ciencias; en general los sabios, fuera de algunos pocos, saben por sí unas pocas cosa

VANIDAD DEL MUNDO (1)

¿De qué le vale al hombre conquistar el mundo entero, si pierde su alma? (Mt. 16, 26) ¡Regla poderosa, que tantas almas ha llevado al cielo y tantos santos ha dado a la Iglesia! ¡De qué sirve ganar todo este mundo,que pasa y muere, si se pierde el alma, que es eterna? ¡El mundo! ¿Qué es el mundo, sino  una ficción, una jornada de comedia, que luego pasa? llega la muerte, cae el telón, se acaba la comedia y se acabó todo. ¡Ay de mi! En la hora de la muerte ¿cómo verá el creyente las cosas del mundo por las que dejó de pensar y vivir para Dios? ¡Aquellas joyas, aquel dinero acumulado, aquella casa, aquellas amistades, aquellos apegos qué pronto los has de dejar! JESÚS mío, haz que de hoy en adelante mi alma sea toda tuya y no ame más que a Ti. Quiero desprenderme de todo antes que la muerte me desprenda a la fuerza. Escribía Santa Teresa: "Dí a cada cosa su valor, y como lo que ha de acabar tan presto, lo estime" Procuremos, pues, la ganancia que sobre vive al tiempo. ¿De qué

DIVISION Y PARTES DEL CATECISMO

(tradicionalmente) se divide el Catecismo en cuatro partes famosas y muy bien puestas. 1- Lo que hay que creer; 2- lo que hay que orar; 3- lo que hay que obrar y 4- lo que hay que recibir. La primera es el Dogma , la tercera es la Moral , la segunda y cuarta la Liturgia . De las cuatro iremos hablando. Dios mediante, en estos Puntos. Cómo sabremos lo que hemos de orar Para saber cómo hemos de orar tenemos que saber el Padrenuestro. Es obligatorio, bajo pecado mortal, saberlo cuanto a la sustancia; es decir, saber que debemos orar a nuestro Dios, como Padre y bienhechor, y que le hemos de pedir todos los bienes del alma y del cuerpo y las gracias para evitar el mal y, en fin, hay que saber algún modo de hacerlo. Sería falta, por lo menos leve, el no saber de memoria pudiendo, el Padrenuestro. También seria falta venial no rezarlo de vez en cuando. En cuanto a las otras oraciones, no es pecado ignorar cualquiera de ellas; pero el no saber orar, de suyo, es falta grave e