Los niños y el Sacrificio
«–¿Queréis
ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que querrá Él enviaros,
en acto de reparación por todos los pecados que tanto le ofenden y por la
conversión de los pecadores?
– Sí, queremos.
– Tendréis mucho que sufrir, pero la gracia de Dios será vuestro consuelo.»
– Sí, queremos.
– Tendréis mucho que sufrir, pero la gracia de Dios será vuestro consuelo.»
Quien lee estos párrafos, reconoce el increíble diálogo entre
María, la Reina del Cielo, y los tres niños de Fátima (Portugal) en 1917... Ten
en cuenta que Jacinto, el más joven, tenía sólo 7 años de edad en el momento de
las apariciones.
No hay necesidad de explicar las apariciones de Fátima con razones
y medios humanos, todo está lleno de hechos sobrenaturales y de un gran
ideal... Estos tres niños –es sin duda la gracia de los niños– toman la
petición de la Virgen María muy en serio.
Lucia explicará los asombrosos sacrificios de los pequeños
videntes: Privarse de beber en medio de un calor abrasador, dormir con una
cuerda atada a la cintura, orar durante horas (el pequeño Francisco, dijo
generalmente nueve rosarios al día...). Y es así como ellos obtienen las
gracias extraordinarias.
Meditemos bien lo que estos niños nos enseñan. ¡Ellos nos dicen
la verdad! También tenemos todos nosotros esta capacidad de trabajar por la
conversión de los hombres, ofreciendo diariamente a Dios: nuestros esfuerzos y
sacrificios. ¿Qué hemos hecho de ellos hasta el día de hoy?
PROPÓSITO DEL DÍA
Encomienda a la Santísima Virgen alguna
persona que tenga gran necesidad espiritual.
Comentarios
Publicar un comentario