18 Mayo: San Venancio
ŪEl santo que ayer festejó la Iglesia vivió en el siglo III en Camerino. En plena juventud, contando solamente 15 años, sufrió un martirio de inaudita crueldad. Era alrededor del año 250. Fue azotado, quemado con antorchas, suspendido cabeza abajo y mientras tanto, sin menguar en él la virtud de fortaleza, continuaba predicando a la gente.
¡Qué pequeños somos nosotros, frente a estos campeones, los mártires de la fe, como Venancio!
Pero el tormento y el valor de san Venancio nos pueden parecer inimitables, sería bueno por lo menos imamitarle en algo que sí está a nuestras posibilidades de realizar: el simple hecho de enseñar nuestra Santa Religión a quienes comparten contigo familia y amistad.
¿Pero conocemos nuestra fe, al punto de poderla explicar a los otros? Y ¿tendríamos la valentía de hablar con cautela, por supuesto, pero también con entusiasmo, sobre nuestras creencias?
¿Sabemos ser apóstoles?
No sirve de nada lamentarse de cómo ha decaído el sentimiento y práctica religiosa en España, si jamás estamos dispuestos a mover un dedo para que algo cambie.
PROPÓSITO DEL DÍA
Tratar de mostrar el camino de Dios a alguien que lo ignora.
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