6 de mayo: 5º Domingo después de Pascua
¡Pedid y recibiréis, que vuestro gozo sea completo!
Germán Giraud, está muy triste este fin del mes de Septiembre: toda la ciudad de Corps se burla de él. Hace veinte años que él no ha puesto los pies en la iglesia y los habitantes del pueblo repiten a coro que su hijo Maximino vio a la Virgen en lo alto de la montaña de la Salette... Enojado por todo esto, Germán, le dice a Maximino: ¡si continúas con este cuento, te encierro en el sótano a pan y agua! Maximino contestada: ¡pero papá, ella me habló de tí!
Y sí, la Santísima Virgen había recordado a Maximino cómo su padre se había preocupado al ver pudrirse el trigo y preguntarse: ¿Cómo lograría alimentar a su hijo? Germán se agita por este recuerdo que se remonta bastantes meses atrás... ¿La Virgen se ocupaba realmente de su preocupación de padre?
Sube a la montaña con su hijo Maximino y bebe del agua del manantial de la Salette. En ese mismo instante el hijo es curado de su asma. Y Germán, esta misma noche, aunque sea tarde, quiere absolutamente confesarse. Su esposa le pide esperar hasta mañana. A primera hora, va a confesarse y desde este día, asistirá diariamente a Misa hasta el día de su muerte.
Germán Giraud había hecho el descubrimiento al que nos invita nuestro Señor en el evangelio de este domingo: “¡orad a Dios!” Él te responderá, y conocerás la alegría inmensa al descubrir que Él te ama como un padre.
La verdadera pregunta que queda en este mundo de hoy es misteriosa: ¿por qué los cristianos oran tan poco?
¿Tienes la respuesta?
PROPÓSITO DEL DÍA
Pasó ya más de un mes después de la Pascua…, preparémonos a la Ascensión del Señor, por medio de una saludable confesión sacramental
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