26 de Junio, San Juan y San Pablo


El Breviario nos dice que Juan y Pablo eran personas muy cercanas de Constanza, la hija de Constantino, habían recibido de ella grandes posesiones y bienes que utilizaban para alimentar a los pobres. Pero cuando el emperador Julián el apóstata intentó que sirvieran en su casa, se negaron firmemente a servir a quien renegaba de Cristo.
Julián les dejó 10 días de reflexión para aceptar sacrificar a Júpiter, tiempo que ellos utilizaron para dar todos sus bienes a los pobres. Constantes en la fe, fueron decapitados y enterrados en su propia casa en de 362 un 26 de junio. Juan y Pablo fueron muy venerados en la Iglesia de Roma, sus nombres se encuentran en el Canon de la Misa y se edificó una basílica en su honor, donde antes había sido ocupado por su casa.
Juan y Pablo dan un mensaje poderoso a nuestro siglo materialista: eran ricos, tenían la confianza del emperador y sin embargo prefirieron perderlo todo antes que perder al Señor! ¿Y nosotros, qué habríamos hecho en su lugar? ¿hubiéramos tenido el mismo valor?
Recordemos que no tenemos una riqueza mayor, ningún bien mas grande, que nuestra fe en Cristo Jesús!
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