Examen de conciencia para adultos
En estos tiempos en los que nos toca vivir, se constata que las personas no poseen una conciencia bien formada. Hoy ya no se tiene un correcto concepto de lo que es pecado. Cuando se le cuestiona a alguien que se viene a confesar (normalmente después de mucho tiempo), lo primero que alegan es que no tienen conciencia de haber cometido ningún pecado grave (no he robado, no engaño a mi cónyuge ni digo blasfemias...). ¿Que nos dice esto? Que nuestra formación y conocimientos de la ley de Dios está a un nivel muy bajo. Como si todos los Mandamientos y leyes de Dios y de la Iglesia se redujeran a solo esas dos o tres faltas.
He pensado dejar a vuestro alcance un examen de conciencia casi exhaustivo con el fin de que podáis afirmar vuestra conciencia en el bien moral.
Oración para antes de la
confesión:
Oración para una buena confesión
Acto de Contrición
He pensado dejar a vuestro alcance un examen de conciencia casi exhaustivo con el fin de que podáis afirmar vuestra conciencia en el bien moral.
Examen de
conciencia para adultos
Creo en un Salvador amoroso que perdona mis pecados y me
da las gracias para llegar a ser santo. Jesucristo, a través del ministerio de
Sus sacerdotes, hace ambas cosas en el Sacramento de la Confesión. “Así como el Padre Me ha enviado, Yo también
os envío... Recibid el Espíritu Santo. A quienes les perdonares los pecados,
les serán perdonados y a quienes se los retuvieres, les serán retenidos.” (San Juan 20: 21-
23) “Si sus pecados
fueran como escarlata, serán hechos blancos como la nieve.” (Isaías 1:18) “No he venido a
llamar al justo, sino a los pecadores.” (San Mateo 9:13) “Los hombres han recibido de Dios un poder no
dado a los ángeles o arcángeles. Nunca se ha dicho a los espíritus celestes,
‘Lo que ates o desates en la tierra, será atado o desatado en el Cielo.’ Los
príncipes de este mundo solo pueden atar o desatar el cuerpo. El poder de los
sacerdotes se extiende mucho más, llega hasta el alma y es ejercitado no solo
bautizando, sino aún mas perdonando los pecados. No nos avergoncemos, pues, de
confesar nuestros pecados. Aquel que se avergüenza de confesar sus pecados a un
hombre y no se confiesa, será cubierto de vergüenza en el Día del Juicio Final,
en presencia de todo el universo”. (San Juan Crisóstomo, Tratado de los Sacerdotes, libro 5)
Oración para antes de la
confesión:
Oh Señor, iluminadme para verme como Vos me veis y dadme
la gracia de un arrepentimiento verdadero y efectivo de mis pecados. Oh María,
ayudadme a hacer una buena confesión.
Como confesarse:
Primero examine bien su conciencia, luego dígale al sacerdote, lo mejor que
pueda, la clase de pecados que ha cometido y cuantas veces los ha cometido
desde su última buena confesión. Usted está obligado a confesar solo los
pecados mortales, ya que puede obtener perdón por sus pecados veniales por
sacrificios y actos de caridad. Si tiene duda de si un pecado es mortal o
venial, mencione la duda a su confesor. Recuerde también, que el confesar los
pecados veniales es una gran ayuda para evitar el pecado mortal y para avanzar
hacia el Cielo.
Condiciones necesarias para que un pecado sea mortal: 1. Materia
grave 2. Pleno conocimiento y 3. Pleno consentimiento.
Condiciones preliminares: 1. ¿He dejado alguna vez, deliberadamente, de confesar
un pecado grave del pasado, o lo he disimulado conscientemente, u ocultado tal
pecado? 2. ¿He sido culpable de
irreverencia por este sacramento al omitir examinar mi conciencia
cuidadosamente? 3. ¿He omitido la
penitencia que me dio el sacerdote? 4.
¿Tengo algún hábito de pecados graves para confesar primero (ej. impureza, alcoholismo, etc.)?
Nota: El ocultar
deliberadamente un pecado mortal, invalida la confesión y hace a la persona
culpable de otro pecado mortal. Recuerde que la confesión es privada bajo el
Secreto de Confesión, y es un pecado mortal para el sacerdote revelar a otro lo
que se le ha dicho en Confesión.
Primer
Mandamiento: Yo soy el Señor vuestro Dios. No tendrás delante de Mi,
dioses falsos. (Incluye los pecados contra la Fe, la Esperanza y la
Caridad) 1. ¿He descuidado el
conocimiento de mi Fe, enseñada en el Catecismo, así como el Credo de los
Apóstoles, los Diez Mandamientos, los Siete Sacramentos, el Padrenuestro, etc.?
2. ¿He dudado o negado
deliberadamente cualquiera de las enseñanzas de la Iglesia? 3. ¿He participado en algún culto
anti-Católico? 4. ¿Soy miembro de
alguna organización religiosa no-Católica, de una sociedad secreta o de un
grupo anti-Católico? 5. ¿He leído,
sabiéndolo, literatura herética, blasfema o anti-Católica? 6. ¿He practicado cualquier superstición (como horóscopos, adivinación de la suerte, o espiritismo, etc.)? 7. ¿He omitido mis deberes o prácticas
religiosas por motivos de respeto humano? 8.
¿Me he encomendado diariamente a Dios? 9.
¿He sido fiel a mis oraciones diarias? 10.
¿He abusado de los sacramentos en alguna forma?, recibiéndolos irreverentemente.
11.
¿He bromeado acerca de Dios, de Nuestra Señora, de los Santos, de la Iglesia,
de los Sacramentos, o de las cosas santas? 12
¿He sido culpable de gran irreverencia en la Iglesia, por ej. Conversando, o
por comportamiento mal o inmodestia en el vestido? 13. ¿He sido indiferente en lo concerniente a mi Fe Católica —
creyendo que uno puede salvarse en cualquier religión, o que todas las
religiones son iguales? 14. ¿He
presumido alguna vez de la Misericordia de Dios? ¿He desesperado de la
Misericordia de Dios? 16. ¿He odiado
a Dios? 17. ¿He dado mucha
importancia a alguna criatura, actividad, objeto u opinión?
Segundo
Mandamiento: No tomaras el nombre de Dios en vano. 1. ¿He jurado
falsamente por el nombre de Dios, precipitadamente o por cosas triviales? 2. ¿He murmurado o me he quejado contra
Dios (blasfemia)? 3. ¿Me he
maldecido, o a otros, o a cualquier criatura? 4. ¿He hecho enojar a otros, tanto como para hacerlos jurar o
blasfemar contra Dios? 5. ¿He
quebrantado alguna promesa hecha a Dios?
Tercer
Mandamiento: Recuerda de santificar el Domingo. 1. ¿He
omitido la Santa Misa los Domingos o Días de precepto? 2. ¿He llegado tarde a la Santa Misa los Domingos o Días de guarda
por mi propia culpa? 3. ¿He causado
a otros el perder la Santa Misa deliberadamente? 5. ¿He hecho o mandado, sin necesidad, trabajo servil los Domingos
o Días de precepto? 6. ¿He comprado
o vendido cosas sin necesidad los Domingos o Días de precepto?
Cuarto
Mandamiento: Honrar padre y madre. 1. ¿He sido desobediente o
irrespetuoso con mis padres, o he descuidado o negado ayuda cuando lo
necesitaban, o ejecutar su último testamento? 2. ¿He mostrado falta de respeto a otros que están en posiciones de
autoridad? 3. ¿He difamado o
insultado a sacerdotes o a otros consagrados a Dios? 4. ¿He faltado el respeto a las personas de edad? 5. ¿He abusado de mi esposa(o), o de
mis hijos? 6. ¿He sido desobediente
o irrespetuosa con mi esposo? En lo concerniente a mis hijos: ¿He descuidado
sus necesidades materiales? ¿He descuidado el hacerlos bautizar pronto?(*) ¿He dejado de procurarles una buena
educación religiosa? ¿Les he permitido descuidarse en sus obligaciones
religiosas? 5. ¿Les he permitido un
noviazgo sin perspectivas de matrimonio en un futuro cercano? (San Alfonso dijo: máximo un año) ¿He
dejado de supervisar las compañías que tuvieran? ¿He dejado de disciplinarlos
cuando lo necesitaron? ¿Les he dado mal ejemplo? ¿Les he escandalizado por
discusiones con mi esposa(o) frente a ellos? ¿He guardado modestia en el hogar?
¿Les he permitido usar ropa inmodesta? (mini-faldas,
pantalones estrechos, vestidos o suéteres, blusas transparentes, shorts muy
cortos, vestidos de baño reveladores, etc.) ¿Les he negado su derecho a
casarse o a seguir una vocación religiosa? “Atención a las modas y el respeto humano
que de ello se sigue”.
(*) Los infantes deberán ser bautizados tan pronto como sea
posible. Aparte de una prescripción particular diocesana, es una opinión
general... que un infante debe ser bautizado dentro de una semana o diez días
después de su nacimiento. Muchos católicos posponen el Bautismo por mas
tiempo. La opinión de que el Bautismo debe ser administrado dentro de tres días
después del nacimiento, es considerado muy estricto. San Alfonso, siguiendo la
opinión común, pensó que una demora, sin razón, de más de diez u once días
sería un pecado grave. En vista de la costumbre moderna, que es conocida pero
no corregida por los Ordinarios locales, una demora de mas de un mes sin razón
alguna, será un pecado grave. Si no hay un peligro probable para el niño, los
padres no podrían ser acusados de pecado serio si demoran el Bautismo un poco
más de tres semanas, pero se recomienda firmemente la práctica de bautizar al infante
en la primera semana o diez días del nacimiento y en verdad una fecha mas
temprana es justamente recomendada.
Quinto
Mandamiento: No matarás. 1. ¿He procurado, deseado, o apresurado
la muerte de alguien, o causado heridas corporales? 2. ¿He odiado? 3. ¿He
oprimido a alguien? 4. ¿He deseado
revancha? 5. ¿He causado enemistad
entre otros? 6. ¿He peleado o
argumentado con otro? 7. ¿He deseado
el mal a alguien? 8. ¿He intentado,
herido o maltratado a otros? 9. ¿Hay
alguien a quien rehúso hablarle, o contra quien tengo resentimiento? 10. ¿He gozado con el infortunio de
alguien? ¿He tenido celos o envidia de otro? 12. ¿He abortado, o intentado abortar o aconsejado a otro el
hacerlo? 13. ¿He mutilado mi cuerpo
innecesariamente de alguna manera? 14.
¿He tenido pensamientos de suicidio, he deseado cometer suicidio o intentado
suicidarme? 15. ¿He estado
embriagado o usado drogas ilícitas? 16.
¿He sido glotón o descuidado de comer apropiadamente, por ej. Comida nutritiva?
17. ¿He dejado de corregir en
Caridad? 18. ¿He causado daño al
alma de otro, especialmente niños, dándoles escándalo por mal ejemplo? 19. ¿He causado daño a mi alma
exponiéndola intencionalmente y sin necesidad a las tentaciones, por ej.: mala
televisión, música mala, playas, etc.
Sexto y
Noveno Mandamientos: No cometerás adulterio. No desearás la mujer (o varón) de tu prójimo. 1. ¿He negado
a mi esposa(o) los deberes matrimoniales? 2.
¿He practicado contracepción (por pastillas, dispositivos, o interrupción)? 3. ¿He abusado de mis deberes matrimoniales
en otra forma? 4. ¿He cometido
adulterio, o fornicación (relaciones sexuales antes del matrimonio)? 5. ¿He cometido algún pecado de
impureza o contra-natura (homosexualidad o lesbianismo, etc.)? 6. ¿He tocado o abrazado a otro/a
impuramente? 7. ¿He besado
prolongada y apasionadamente? 8. ¿He
acariciado impuramente? 9. ¿He
pecado impuramente con mi mismo (masturbación)? 10. ¿He tenido malos pensamientos? 11. ¿He consentido deseos impuros por otro, o deseé conscientemente
ver o hacer algo impuro? 12. ¿Me he
entregado conscientemente a placeres sexuales completos o incompletos? 13. ¿He sido ocasión de pecado para
otros por usar ropa estrecha, transparente o inmodesta? 14. ¿He hecho algo para provocar u ocasionar pensamientos o deseos
impuros en otros, deliberadamente o por falta de cuidado? 15. ¿He leído literatura indecente o publicaciones obscenas? 16. ¿He mirado películas sugestivas,
programas de televisión, pornografía en Internet, o permitido a mis hijos el
hacerlo? 17. ¿He usado lenguaje
indecente o contado cuentos indecentes? 18.
¿He prestado atención a tales cuentos? 19.
¿Me he vanagloriado de mis pecados o me he deleitado en los pecados pasados? 20. ¿He estado en mala compañía? 21. ¿He consentido miradas impuras? 22. ¿He descuidado controlar mi
imaginación? 23. ¿He rezado
inmediatamente para ahuyentar tales malos pensamientos y tentaciones? 24. ¿He evitado pereza, glotonería,
ociosidad y ocasiones de impureza? 25.
¿He asistido a bailes inmodestos o teatro indecente? 26. ¿He permanecido sola, innecesariamente, en compañía de alguien
del sexo opuesto?
Nota bien: 1. Hoy en día se está muy acostumbrado
a vivir en pareja, sin estar casados
(ante Dios). Ello comporta un estado habitual de pecado mortal y no se puede recibir la absolución –ni
la Comunión- si no se resuelve a salir de tal estado de pecado. (Lo mismo para
divorciados y vueltos a casar civilmente)
2. No tenga miedo de
decirle al sacerdote cualquier pecado que haya cometido y le cause pena o
vergüenza. No esconda o disimule tales pecados. El sacerdote está para ayudarlo
y perdonarlo. Nada de lo que usted diga lo escandalizará, por lo que no tenga
miedo, no importa cuán avergonzado pueda estar usted.
Séptimo
y Décimo Mandamientos: No robaras. No codiciarás los bienes ajenos. 1. ¿He robado algo? Qué o cuánto? 2. ¿He dañado propiedad ajena? 3.
¿Por negligencia he estropeado propiedad ajena? 4. ¿He sido negligente en el manejo de dinero o bienes ajenos? 5. ¿He engañado o defraudado a otros? 6. ¿He jugado excesivamente? 7. ¿He rehusado o descuidado pagar
alguna deuda? 8. ¿He comprado algo
sabiendo que era robado? 9. ¿He
dejado de retornar cosas prestadas? 10.
¿He defraudado a mi empleador de un trabajo honesto? 11. ¿He defraudado a mis empleados en sus salarios? 12. ¿He rehusado o descuidado ayudar a
otro en necesidad urgente? 13. ¿He
dejado de hacer restitución por mis robos, engaños o fraudes? (Pregúntele al
sacerdote como hacer la restitución, esto es, como retornar al dueño lo que
usted tomó indebidamente) 14. ¿He
tenido envidia de otro porque no puedo tener lo que él tiene? 15. ¿He tenido celos de lo que otro
tiene? 16. ¿He sido mezquino?¿He
sido codicioso o avaro, dando demasiada importancia a los bienes materiales y
comodidades? Está mi corazón fijo en las posesiones terrenales, o en los
tesoros verdaderos del Cielo?
Octavo
Mandamiento: No levantar falsos testimonios, ni mentir. 1. ¿He
mentido acerca de otro (calumnia)? 2.
¿Han causado mis mentiras algún daño espiritual o material a otros? 3. ¿He juzgado a alguien temerariamente
(por ej. creyendo firmemente, sin suficiente evidencia, de que es culpable de
algún defecto moral o delito)? 4.
¿He causado daño al buen nombre de otro al revelar faltas ocultas, aun
verdaderas (detracción)? 5. ¿He revelado
los pecados de otros? 6. ¿He sido
culpable de chismografía (por ej. repitiendo algo desfavorable que alguien dijo
de otro para crear enemistad entre ellos)? 7.
¿He escuchado o aprobado el divulgar un escándalo acerca de mi prójimo? 8. ¿He hecho juramentos falsos, o firmados
documentos falsos? 9. ¿Soy yo, sin
necesidad, criticador, negativo o aun falto de caridad en mi conversación? 10. ¿He adulado a otros? Obras de
Misericordia espirituales y corporales ¿He omitido lo siguiente, cuando las
circunstancias me obligaron a hacerlo?
Las siete obras de Misericordia espirituales
1. Amonestar a los pecadores. 2. Instruir al ignorante. 3.
Aconsejar al dudoso. 4. Confortar al
afligido. 5. Sufrir oprobios
pacientemente. 6. Perdonar injurias.
7. Rezar por los vivos y los
muertos.
Las
siete obras de Misericordia corporales
1. Alimentar al
hambriento. 2. Dar de beber al
sediento. 3. Vestir al desnudo 4. Visitar y rescatar a los cautivos. 5. Dar posada a los peregrinos. 6. Visitar a los enfermos. 7. Enterrar a los muertos.
Recuerde
que nuestra Santa Fe Católica nos enseña que ... así como el cuerpo sin el
espíritu está muerto: así la fe sin obras está muerta. (Santiago 2:26)
Los siete pecados capitales y las virtudes contrarias
1.
Soberbia........................................................................Humildad
2.
Avaricia.........................................................................
Largueza
3. Lujuria.....................................................................
Mortificación
4.
Ira..................................................................................Paciencia
5. Gula.
.........................................................................Abstinencia
6. Envidia.............................................................................Caridad
7. Pereza..........................................................................Diligencia
Cinco efectos del orgullo
1. Vanagloria: a. Ostentación
b.
Disimulo/ Duplicidad
2. Ambición
3. Desprecio por otros
4. Ira/ Revancha/ Resentimiento
5. Testarudez/Obstinación
Nueve formas de ser cómplice de los pecados de otro
a.
¿Sabiéndolo, he sido la causa de que otros pequen?
b. ¿He
colaborado en los pecados de otros:
1. Aconsejando? 2. Mandando? 3.
Consintiendo? 4. Provocando? 5. Lisonjeando? 6.
Ocultando? 7. Participando? 8. Callando? 9.
Defendiendo el mal causado?
** Los cuatro Pecados que claman al Cielo por venganza
1. Homicidio
voluntario 2. El pecado de sodomía o lesbianismo 3.
Oprimir al pobre 4. Defraudar al trabajador de su salario justo
Los seis Mandamientos de la Iglesia
1. ¿He
asistido a la Santa Misa los Domingos y los Días Santos de precepto?
2. ¿He
ayunado y hecho abstinencia en los días señalados, y guardado el ayuno antes de
comulgar?
3. ¿Me
he confesado por lo menos una vez al año?
4. ¿He
comulgado por lo menos una vez al año? (Obligación
en Tiempo de Pascua Resurrección)
5. ¿He
contribuido, como debo, a sostener a la Iglesia? (Diezmos y Primicias)
6. ¿He
observado las leyes de la Iglesia relativas al Matrimonio, por ej. no casarse
sin un sacerdote presente, o no casarse con un pariente cercano o con alguien
no Católico?
Las cinco blasfemias contra el Corazón Inmaculado de
María
1. ¿He blasfemado contra la Inmaculada Concepción?
2. ¿He blasfemado contra la Virginidad Perpetua de
Nuestra Señora?
3. ¿He blasfemado contra la Maternidad Divina de Nuestra
Señora? ¿He rehusado el reconocer a Nuestra Señora como Madre de todos los
hombres?
4. ¿He tratado públicamente de sembrar en los corazones
de los niños indiferencia o desprecio, o aún odio, por esta Madre Inmaculada?
5. ¿La he ultrajado directamente en Sus Santas Imagines?
Finalmente: ¿He comulgado en estado de pecado mortal? (esto es un sacrilegio
muy grave)
Examen de
pecados veniales, por San Antonio María
Claret
El alma debe evitar los pecados veniales, especialmente
aquellos que conducen al pecado mortal. No es suficiente, alma mía, tener una
resolución firme de sufrir la muerte antes que consentir cualquier pecado
grave. Es necesario tener la misma resolución por pecados veniales. Aquel que
no tiene este deseo dentro de sí mismo, no puede tener seguridad. No hay nada
que pueda darnos una seguridad cierta, como un cuidado sin interrupción para
evitar aún el pecado venial más insignificante y un celo extensivo a todas las
practicas de la vida espiritual — fervor en la oración y en las relaciones con
Dios; fervor en la mortificación y en la abnegación, en ser humillado y aceptar
desprecios, obedeciendo y renunciando a nuestros deseos; fervor en el amor a
Dios y al prójimo.
Quien desee ganar este fervor y guardarlo, debe
necesariamente estar resuelto siempre a evitar especialmente los pecados
veniales siguientes:
1. El pecado de dar entrada en su corazón a cualquier
sospecha irracional o a un juicio injusto contra el prójimo.
2. El pecado de introducir en la conversación los
defectos de otros u ofensas contra la caridad de cualquier clase, aún
ligeramente.
3. El pecado de omitir por pereza nuestras prácticas
espirituales o cumplirlas con negligencia voluntaria.
4. El pecado de un amor desordenado por alguien.
5. El pecado de tener una estimación vanidosa de si
mismo, o el hablar con satisfacción vanidosa de cosas que nos conciernen.
6. El pecado de recibir los Santos Sacramentos sin
cuidado, con distracciones y otras irreverencias y sin una preparación seria.
7. Impaciencia, resentimiento, cualquier objeción para
aceptar desilusiones como venidas de la mano de Dios; esto pone obstáculos a
los decretos y disposiciones de la Divina Providencia respecto a nosotros.
8. El pecado de darnos a nosotros mismos una ocasión, que
aún remotamente manche la pureza santa.
9. El ocultar advertidamente de quien debe conocer (es
decir, nuestro confesor o director espiritual), nuestras malas inclinaciones,
debilidades y mortificaciones, buscando seguir el camino de la virtud sin
obediencia para guiarnos, siguiendo a nuestra propia voluntad. Nota: Se habla
aquí de situaciones ante las que podríamos tener una dirección cierta, si la
buscamos, pero preferimos seguir nuestra propia luz borrosa.
Oración para una buena confesión
Oh Dios mío, por mis pecados mortales he crucificado otra
vez a Vuestro Divino Hijo y de El hice escarnio. Por esto merezco Vuestra ira y
me he hecho merecedor del fuego del Infierno. ¡Qué desagradecido he sido con
Vos, Padre Celestial!, Quien me creasteis de la nada, me redimisteis por la
Sangre Preciosa de Vuestro Divino Hijo y me santificasteis por los Santos
Sacramentos y el Espíritu Santo. Pero Vos me habéis conservado por Vuestra
Misericordia, para hacer esta confesión. Recibidme de nuevo como Vuestro hijo
pródigo y dadme la gracia de una buena confesión, que empiece nuevamente a
amaros con todo mi corazón y mi alma y a guardar Vuestros mandamientos, y a
sufrir pacientemente cualquier castigo temporal. Os ruego por Vuestra bondad y
Misericordia obtener la vida eterna en el Cielo, por la intercesión de Vuestro
Hijo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén Una nota final Recuerde de confesar sus
pecados con dolor sobrenatural y propósito firme de no pecar mas y de evitar
toda ocasión de pecado. Pídale al confesor que lo ayude con cualquier
dificultad que pueda tener para hacer una buena confesión.
*** No olvide de rezar su penitencia lo más
pronto posible, pero desde recibida la absolución, ya puede acercarse a
comulgar.
Acto de Contrición
Pésame Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de
haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande
como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo
firmemente no pecar más y evitar toda ocasión próxima de pecado. Amen
Comentarios
Publicar un comentario