Sábado, 27 de octubre: De Feria

Ella abrió sus manos como hizo en los últimos dos meses. El reflejo parecía penetrar la tierra y vimos algo como un mar de fuego. Sumido en este fuego, los demonios y las almas parecían brasas transparentes, negras, con forma humana, que flotaban como en un brasero, por las llamas que salían de ellas, con nubes de humo por todos los lados, asemejándose a la caída de las chispas en los incendios, sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación, que horrible me hizo temblar de miedo. Los demonios se distinguían por formas horribles y parecidos a formas de animales feos y desconocidos, pero transparentes como brasas de carbón. Asustados y como deseando pedir auxilio, dirigimos nuestra mirada a Nuestra Señora, que nos dice con bondad y tristeza: "habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos, Dios desea establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón."

A decir verdad, el tema de hoy me preocupa, ¡hay necesidad de hablar del infierno! No es muy frecuente hoy en día escuchar hablar del infierno... Además, muchos católicos ya no creen y no piensan en él nunca... Pero, a menos que tratemos a la Virgen y al Señor de mentirosos, uno debe aceptar la terrible verdad: hay un infierno, y es una amenaza para todos nosotros... Durante mucho tiempo me sorprendió que la Santísima Virgen enseñara lo que yo mismo me prohibiría sin duda,  hacerles ver. Sin embargo María agregó claramente: para salvarlos  ! Su Corazón de Madre piensa en el peligro que corren todos sus hijos, y desea compartirnos su angustia. El verdadero escándalo, si lo analizamos bien, es ser y vivir como cristianos tibios, vivir la vida como si el infierno no existiera y no debemos temer por que no es una real amenaza.

PROPOSITO DEL DIA  :
Oremos por todos aquellos que hoy deberán presentarse ante el Juicio de Dios.