Jueves, 29 de noviembre: De Feria
Aprovecho este día de feria (no se celebra liturgia de santos) para explicar bajo otro aspecto la aparición de la Virgen en la rue du Bac. No hemos hablado de la primera aparición del 18 de julio de 1830... Esto es lo que sucedió: conducida por su ángel de la guarda, Catalina va a la capilla, son las 11:30 de la noche. Poco después de haber llegado, ella oye un ruido y el ángel le dijo: es la Santísima Virgen. Viendo a María frente a ella, sentada en el sillón, ella se apresura a colocarse a sus pies y, como la Virgen es tan dulce, pone sus manos de forma natural sobre sus rodillas. Así pasó un tiempo, el más dulce de mi vida. Sería imposible decir lo que sentí. La Santísima Virgen me dijo cómo tenía que comportarme con mi confesor y varias otras cosas mas. La Virgen María me muestra el altar y dice: que las personas vengan a los pies del altar. Allí se distribuirán a todas las personas que pidan con confianza y fervor... muchas gracias María todavía pedirá a Catalina fundar una asociación de hijos de María, lo que el padre Aladel realizará 02 de febrero de 1831.
Si vas a la capilla de la rue du Bac, se puede ver el sillón en que María estuvo sentada: es uno que está cubierto de una tela azul. En este sillón, sucedió un milagro increíble: una madre brasileña, allá por los años 70, se lamentó, que su hija de cinco años, fuese diagnosticada con una enfermedad incurable. Con su fe sencilla, decidió venir a la capilla de la Medalla Milagrosa, pensando que María sin duda sanaría a su hija. Llegada a la capilla, quiso que su hija se sentara en la silla donde tenía la Virgen... pero las monjas no permitían que ninguna persona pasara el cordón entre el Santuario y el preciado sillón. Ella le dice a su hija de no decir nada, pasa por debajo de la cuerda y pon solo la mano en el sillón. Nada más dicho y... hecho. Tan pronto como regresó, su madre la regañó por desobedecerle, pero la pequeña respondió: pero mamá, es la Señora que me dijo que pusiera mi cabeza en su regazo. Ya de regreso a Brasil, el médico constató que la niña había sanado completamente, y al arzobispo de Recife envió a las monjas, los documentos médicos certificando la inesperada curación de la niña.
PROPOSITO DEL DIA :
Una oración especial a María para decirle nuestra confianza en su amor.
Si vas a la capilla de la rue du Bac, se puede ver el sillón en que María estuvo sentada: es uno que está cubierto de una tela azul. En este sillón, sucedió un milagro increíble: una madre brasileña, allá por los años 70, se lamentó, que su hija de cinco años, fuese diagnosticada con una enfermedad incurable. Con su fe sencilla, decidió venir a la capilla de la Medalla Milagrosa, pensando que María sin duda sanaría a su hija. Llegada a la capilla, quiso que su hija se sentara en la silla donde tenía la Virgen... pero las monjas no permitían que ninguna persona pasara el cordón entre el Santuario y el preciado sillón. Ella le dice a su hija de no decir nada, pasa por debajo de la cuerda y pon solo la mano en el sillón. Nada más dicho y... hecho. Tan pronto como regresó, su madre la regañó por desobedecerle, pero la pequeña respondió: pero mamá, es la Señora que me dijo que pusiera mi cabeza en su regazo. Ya de regreso a Brasil, el médico constató que la niña había sanado completamente, y al arzobispo de Recife envió a las monjas, los documentos médicos certificando la inesperada curación de la niña.
PROPOSITO DEL DIA :
Una oración especial a María para decirle nuestra confianza en su amor.
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