Lunes, 21 de enero: Santa Inés

Habéis salvado Señor, mi cuerpo de la perdición,... y delante de mis oponentes fuisteis mi defensor.    De la epístola de la Misa de Santa Inés.

Con Santa Inés, celebramos hoy una Virgen romana, que fue martirizado en el siglo III. El nombre "Agnès" significa en latín 'oveja' y en griego 'puro'. El relato de su martirio, bastante tarde, nos demuestra su valiente lucha para mantener su pureza. Añadamos que esta valerosa mártir tenía sólo 12 o 13 años cuando soportó su terrible experiencia, y entenderás el porqué de la admiración y el cariño que le han tenido los primeros cristianos. Su nombre también está en el Canon de la Misa, signo de la devoción de la Iglesia de Roma hacia ella. Cada año, es en la iglesia de Santa Inés donde se bendicen los corderos cuya lana servirá para hacer los "palliums" para los arzobispos (estos son signos de comunión con el Papa)...

Gracias a Santa Inés, hablemos de la pureza cristiana. Desde los primeros siglos de la Iglesia y contra el ejemplo de la Roma pagana, vemos florecer la virtud de la pureza entre los cristianos. Eran tan conscientes de haberse convertido en hijos de Dios y templos del Espíritu Santo que vivían como un gran ideal el mantener la pureza de su cuerpo. Un Justino y Tatiano en sus apologías, harán de esta virtud de la pureza de los cristianos un gran argumento para demostrar a los paganos que la sabiduría cristiana era mejor que la de ellos.

 ¿Qué dirían hoy estos gigantes de la virtud? Frente a este mundo pagano, qué necesario sería que los cristianos recordasen el ejemplo de sus antepasados, y que encontraran el verdadero ideal de la pureza. Pureza en comportamientos, palabras, pensamientos, ropa... Tenemos el deber de excelencia frente a este mundo que se burla de nuestros esfuerzos y fidelidad; pero admirarán (aunque sea secretamente) a quienes vivimos un ideal de belleza.

PROPOSITO DEL DIA  : 
Velar por la pureza de nuestros pensamientos y de nuestra mirada.






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