Sábado, 30 de marzo: de Feria
5. LA PIEDAD DE NUESTRO SEÑOR
¡Debió ser magnífica la piedad de Jesús! Además San Lucas (Cap. 11) nos dice que un día los discípulos buscaban a Jesús y le encontraron en un lugar retirado haciendo oración. Y debía ser tan hermosa, tan profunda todo un espectáculo que ninguno se atrevió a perturbarle. Una vez que terminó su oración, Jesús se levantó y los discípulos le dijeron entonces: ¡Maestro, enséñanos a orar! Digámoslo ahora mismo, para Jesús, la oración no fue realmente un sacrificio, fue su respiración... Que lejos estamos nosotros de poder seguir el ejemplo del Maestro, porque a menudo es para nosotros un sacrificio...
Cuando veo a niños de catecismo con los ojos cerrados, orando con todo su corazón, me pregunto ¿qué clase de demonio puede a veces hacer que mis oraciones sean tan distraídas o difíciles? Aunque es consolador saber que Santa Teresa de Jesús, hacía a menudo, ella también, lo que llamará la oración del péndulo... (Es decir, que se mantuvo mirando el reloj durante todo el tiempo obligatorio de la oración). ¡Así que no hay desánimo en el asunto! Justo un poco de fe para recordar que son los momentos más preciados del día, los más ricos. No hay que esperar llegar al cielo para entenderlo bien.
PROPOSITO DEL DIA :
No olvides de tomar un instante para ponerte en presencia de Dios antes de cada una de nuestras oraciones
¡Debió ser magnífica la piedad de Jesús! Además San Lucas (Cap. 11) nos dice que un día los discípulos buscaban a Jesús y le encontraron en un lugar retirado haciendo oración. Y debía ser tan hermosa, tan profunda todo un espectáculo que ninguno se atrevió a perturbarle. Una vez que terminó su oración, Jesús se levantó y los discípulos le dijeron entonces: ¡Maestro, enséñanos a orar! Digámoslo ahora mismo, para Jesús, la oración no fue realmente un sacrificio, fue su respiración... Que lejos estamos nosotros de poder seguir el ejemplo del Maestro, porque a menudo es para nosotros un sacrificio...
Cuando veo a niños de catecismo con los ojos cerrados, orando con todo su corazón, me pregunto ¿qué clase de demonio puede a veces hacer que mis oraciones sean tan distraídas o difíciles? Aunque es consolador saber que Santa Teresa de Jesús, hacía a menudo, ella también, lo que llamará la oración del péndulo... (Es decir, que se mantuvo mirando el reloj durante todo el tiempo obligatorio de la oración). ¡Así que no hay desánimo en el asunto! Justo un poco de fe para recordar que son los momentos más preciados del día, los más ricos. No hay que esperar llegar al cielo para entenderlo bien.
PROPOSITO DEL DIA :
No olvides de tomar un instante para ponerte en presencia de Dios antes de cada una de nuestras oraciones
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