Domingo, 16 de junio: 1er domingo después de Pentecostés, fiesta de la Santísima Trinidad
Bendita sea la Santísima Trinidad y su unidad indivisible: glorificamosla, porque ella hizo resplandecer en nosotros su misericordia. Introito de la Misa de la fiesta de la La Santísima Trinidad.
La liturgia de la Iglesia dedica el primer domingo después de Pentecostés a celebrar especialmente la Santísima Trinidad. Son a principios del siglo X que los cristianos de Francia y Belgica que comenzaron a difundir esta devoción y componiendo una Misa en honor de este gran Misterio. Pero Roma se negó a aplicar esta práctica, puesto que para ella, todos los días y especialmente los Domingos, se consagraba el homenaje a la Santísima Trinidad. Será hasta el siglo XIV que el Papa de la época aceptará esta celebración en el calendario, y así es como hoy disfrutamos de ella... Generalmente los fieles encuentran este misterio complicado y predicadores experimentados apenas se atreven a correr el riesgo de hablar de este adorable Misterio (dice, en el medio eclesiástico que un predicador tiene derecho a tres herejías en su sermón sobre la Trinidad! ) Oh gran misterio y con qué profunda humildad debemos reconocer que nada sabemos, ni comprendemos de él..
Sin embargo, dos pensamientos ocupan la liturgia de este día:
- Dios nos ha revelado el secreto íntimo de su vida. Es a los hombres del Nuevo Testamento que Dios ha revelado este secreto, es una marca de confianza.
- La Santísima Trinidad nos ha cubierto de misericordia desde que éramos pecadores vino a visitarnos el Hijo, y, el Espíritu Santo, nos fue dado para hacernos hijos de Dios y poder llamar a Dios nuestro Padre.
No es precisamente esta llamada a la misericordia que el ángel de Fátima va a enseñar a los videntes
esta oración:
"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y os ofrezco el precioso Cuerpo, Sangre, Alma y divinidad de Jesucristo presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias por los que El es ofendido. Por los infinitos méritos de su Sagrado Corazón y del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores".
PROPPOSITO DEL DIA:
Recitar en este día la hermosa oración del ángel de Fátima.
La liturgia de la Iglesia dedica el primer domingo después de Pentecostés a celebrar especialmente la Santísima Trinidad. Son a principios del siglo X que los cristianos de Francia y Belgica que comenzaron a difundir esta devoción y componiendo una Misa en honor de este gran Misterio. Pero Roma se negó a aplicar esta práctica, puesto que para ella, todos los días y especialmente los Domingos, se consagraba el homenaje a la Santísima Trinidad. Será hasta el siglo XIV que el Papa de la época aceptará esta celebración en el calendario, y así es como hoy disfrutamos de ella... Generalmente los fieles encuentran este misterio complicado y predicadores experimentados apenas se atreven a correr el riesgo de hablar de este adorable Misterio (dice, en el medio eclesiástico que un predicador tiene derecho a tres herejías en su sermón sobre la Trinidad! ) Oh gran misterio y con qué profunda humildad debemos reconocer que nada sabemos, ni comprendemos de él..
Sin embargo, dos pensamientos ocupan la liturgia de este día:
- Dios nos ha revelado el secreto íntimo de su vida. Es a los hombres del Nuevo Testamento que Dios ha revelado este secreto, es una marca de confianza.
- La Santísima Trinidad nos ha cubierto de misericordia desde que éramos pecadores vino a visitarnos el Hijo, y, el Espíritu Santo, nos fue dado para hacernos hijos de Dios y poder llamar a Dios nuestro Padre.
No es precisamente esta llamada a la misericordia que el ángel de Fátima va a enseñar a los videntes
esta oración:
"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y os ofrezco el precioso Cuerpo, Sangre, Alma y divinidad de Jesucristo presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias por los que El es ofendido. Por los infinitos méritos de su Sagrado Corazón y del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores".
PROPPOSITO DEL DIA:
Recitar en este día la hermosa oración del ángel de Fátima.
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