Lunes, 17 de junio: San Gregorio Barbarigo
Señor, habéis querido iluminar a Gregorio, tu confesor y sacerdote, con un celo pastoral y ternura hacia los pobres: concédenos favorablemente que celebrando sus méritos, tomemos ejemplo de su caridad. Oración de la Misa de San Gregorio Barbarigo.
Gregorio Barbarigo nació en Venecia en 1625. Descendiente de una ilustre familia, dueño de un hermoso palacio veneciano, Gregorio, apoyandose en grandes estudios y una inteligencia brillante, se destinaba a la diplomacia. Pero después de una reunión con el cardenal Chigi, decidió ser sacerdote. Pronto fue nombrado obispo de Bérgamo en 1657, fue creado cardenal en 1660, luego obispo de Padua en 1664. Gregorio fue un obispo reformador profundo en las costumbres de su diócesis. En particular se preocupa de su seminario a fin de conseguir buenas vocaciones; desarrolló la enseñanza del Catecismo que amaba a menudo dar el personalmente; Visitó a lo largo y ancho su diócesis para hacer avanzar la vida cristiana. San Gregorio tiene también una mente abierta, procurando engrandecer la biblioteca del seminario dotándola de libros de idiomas antiguos: Hebreo, arameo... Lo que era raro en su tiempo. Crea incluso una imprenta para publicar libros y así instruir a los pueblos del Medio Oriente. Por último debemos citar su gran bondad hacia los pobres. Irá hasta el extremo de dar su ropa y su propia cama.
San Gregorio Barbarigo murió en Padua el 18 de junio de 1697.
A través del ejemplo de San Gregorio Barbarigo, nos puede impresionar el ver que un hombre de una gran familia, éxito y junto a los grandes de este mundo, pueda tener un amor a los pobres y el deseo de la evolución espiritual de su pueblo. Ojalá nos de un poco de su fuego apostólico y también su mirada que le hacía ver en todos los seres humanos criaturas de Dios.
PROPOSITO DEL DIA :
Hoy controlar nuestro juicio, que a veces suele ser tan poco cristiano, hacia los otros...
Gregorio Barbarigo nació en Venecia en 1625. Descendiente de una ilustre familia, dueño de un hermoso palacio veneciano, Gregorio, apoyandose en grandes estudios y una inteligencia brillante, se destinaba a la diplomacia. Pero después de una reunión con el cardenal Chigi, decidió ser sacerdote. Pronto fue nombrado obispo de Bérgamo en 1657, fue creado cardenal en 1660, luego obispo de Padua en 1664. Gregorio fue un obispo reformador profundo en las costumbres de su diócesis. En particular se preocupa de su seminario a fin de conseguir buenas vocaciones; desarrolló la enseñanza del Catecismo que amaba a menudo dar el personalmente; Visitó a lo largo y ancho su diócesis para hacer avanzar la vida cristiana. San Gregorio tiene también una mente abierta, procurando engrandecer la biblioteca del seminario dotándola de libros de idiomas antiguos: Hebreo, arameo... Lo que era raro en su tiempo. Crea incluso una imprenta para publicar libros y así instruir a los pueblos del Medio Oriente. Por último debemos citar su gran bondad hacia los pobres. Irá hasta el extremo de dar su ropa y su propia cama.
San Gregorio Barbarigo murió en Padua el 18 de junio de 1697.
A través del ejemplo de San Gregorio Barbarigo, nos puede impresionar el ver que un hombre de una gran familia, éxito y junto a los grandes de este mundo, pueda tener un amor a los pobres y el deseo de la evolución espiritual de su pueblo. Ojalá nos de un poco de su fuego apostólico y también su mirada que le hacía ver en todos los seres humanos criaturas de Dios.
PROPOSITO DEL DIA :
Hoy controlar nuestro juicio, que a veces suele ser tan poco cristiano, hacia los otros...
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