Domingo 4 de agosto: 8 º domingo después de Pentecostés
¡Haceos amigos con las riqueza de iniquidad!
El Evangelio nos muestra la increíble figura del mayordomo deshonesto. Se llama Crux praedicatorum : la Cruz de los predicadores, por lo difícil que resulta explicar que nuestro Señor pueda alabar a un ladrón. Sin embargo, hay un robo que es bueno, que es recomendado por el Señor, y que nos valdrá la pena realizar: la amistad de los Santos del cielo. ¿He pecado? Puedo regresar en un momento a Dios y pedir Su sangre que purifica, Su misericordia, y el Señor, está más pronto a perdonar que una madre sacar a su hijo del fuego en que haya podido caer, como dijo San Francisco de Sales, El nos acogerá siempre. ¡Qué maravilla! Es incluso un robo, porque este almacén de misericordia no es nuestro, nosotros no lo hemos merecido... Poco importa... Nuestra oportunidad es que el Señor nos invita a venir a saquear el tesoro, y Él puede bien algún día culparnos a nosotros de haber desperdiciado esa gran oportunidad que nos ofreció de acogernos a la intercesión de los Santos.
¿Somos realmente inteligentes? ¿Más que la gente que se guía con el espíritu del mundo? ¡Vamos a robar el tesoro! ¡Confesemoslo! Solemos ir en busca del Amor en la comunión frecuente. ¡Pidamos perdón a Dios por nuestras debilidades y declaremosle nuestra confianza total. Santa María Magdalena había comprendido esto. Creo que no tuvo miedo de bañar los pies del Señor con sus lágrimas y así escuchar las palabras maravillosas: ¡son perdonados tus muchos pecados!
PROPOSITO DEL DIA :
Un acto de contrición y un Acto de confianza
El Evangelio nos muestra la increíble figura del mayordomo deshonesto. Se llama Crux praedicatorum : la Cruz de los predicadores, por lo difícil que resulta explicar que nuestro Señor pueda alabar a un ladrón. Sin embargo, hay un robo que es bueno, que es recomendado por el Señor, y que nos valdrá la pena realizar: la amistad de los Santos del cielo. ¿He pecado? Puedo regresar en un momento a Dios y pedir Su sangre que purifica, Su misericordia, y el Señor, está más pronto a perdonar que una madre sacar a su hijo del fuego en que haya podido caer, como dijo San Francisco de Sales, El nos acogerá siempre. ¡Qué maravilla! Es incluso un robo, porque este almacén de misericordia no es nuestro, nosotros no lo hemos merecido... Poco importa... Nuestra oportunidad es que el Señor nos invita a venir a saquear el tesoro, y Él puede bien algún día culparnos a nosotros de haber desperdiciado esa gran oportunidad que nos ofreció de acogernos a la intercesión de los Santos.
¿Somos realmente inteligentes? ¿Más que la gente que se guía con el espíritu del mundo? ¡Vamos a robar el tesoro! ¡Confesemoslo! Solemos ir en busca del Amor en la comunión frecuente. ¡Pidamos perdón a Dios por nuestras debilidades y declaremosle nuestra confianza total. Santa María Magdalena había comprendido esto. Creo que no tuvo miedo de bañar los pies del Señor con sus lágrimas y así escuchar las palabras maravillosas: ¡son perdonados tus muchos pecados!
PROPOSITO DEL DIA :
Un acto de contrición y un Acto de confianza
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