Mirari vos es una encíclica de Gregorio XVI publicada el 15 de agosto de 1832. En ella se condena toda forma de liberalismo como pecado y se prohíben dichas ideas a los católicos. A partir de una reflexión sobre la naturaleza del indiferentismo religioso que avanzaba en medio de los profundos cambios políticos, sociales y económicos del siglo XIX, y que el Papa considera la base de múltiples errores contra el dogma; frutos de éste se condenan la libertad de conciencia, la libertad de culto, la libertad de prensa y la separación iglesia-estado; tal y como son promovidos por el liberalismo político. Carta Encíclica del Papa Gregorio XVI promulgada el 15 agosto 1832 Los males actuales Admirados tal vez estáis, Venerables Hermanos, porque desde que sobre Nuestra pequeñez pesa la carga de toda la Iglesia, todavía no os hemos dirigido Nuestras Cartas según Nos reclamaban así el amor que os tenemos como una costumbre que viene ya de los primeros siglos. Ardiente era, en...
Esta potestad admirable, que el Salvador recibió de su eterno Padre, quiso comunicarla a su Iglesia, a quien encargó que fuera y ENSEÑARA a todas las naciones y predicara su doctrina hasta los últimos confines de la tierra. Desde entonces la Iglesia tiene el derecho y el deber de implantarse en todas partes, de dar leyes a príncipes y pueblos y de enseñarles a conocer, amar y a hacerles temer la cólera divina y los castigos eternos si se niegan a obedecerle; y a prometerles sus divinas misericordias y bienaventuranza sin fin si se someten al yugo del Redentor. Con cuánta solicitud la Iglesia, Esposa inmaculada de Jesús, defiende el honor de su celestial Esposo al alejar de su doctrina todo error y evitar que se altere su moral pura y santa. Está revestida por Dios de una fuerza invencible, pues fue colocada sobre la tierra como muralla de acero inexpugnable, que jamás cede ante los embates de los enemigos del Señor. Hemos visto, en efecto, a los MÁRTIRES, hijos de la Iglesia triunfar...
Jesús decía a los que se creían justos y despreciaban a otros... En el Evangelio de hoy nuestro Señor presenta dos caracteres: la observación estricta de la ley por parte del fariseo y del publicano pecador público y, contra todo pronóstico, es el publicano a quien Jesús alaba. Estas palabras debieron golpear fuerte a aquellos corazones, cuando fueron pronunciadas... Los Santos, en su sabiduría, conocían bien que el juicio de Dios no era como el de los hombres, y temían... Así Santa Teresa del niño Jesús sentía preocupación por las pobres y pequeñas acciones diarias de su vida Carmelitana, y fue necesaria la intervención de la Beata Ana de Jesús, durante su sueño para tranquilizarla: sí ¡ Dios está muy contenta con tus sacrificios ! El Santo Cura de ARS quería abandonar la parroquia. Podía ver perfectamente el bien que estaba allí realizándose y escuchaba los elogios de la gente piadosa; pero él no tenía nin...
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