14 DE SETIEMBRE. LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ.

 Nuestra fiesta de la exaltación de la Santa Cruz el 14 de septiembre, celebra el regreso a Jerusalén de esta preciosa reliquia en el año 630. Chosroas, el rey de los persas había devastado Jerusalén y parte de imperio romano del este y llevado la Santa Cruz a Persia. El emperador Heraclius pidió la paz y ésta fue negada por Chosroas. Entonces Heraclio practicó el ayuno y oraciones, reuniendo después un ejército que derrotó Chosroas. Heraclio obtuvo la paz y exigió la devolución de la preciosa Cruz a Jerusalén. Un milagro se hizo realidad en esta ocasión: como el emperador llevaba personalmente la Cruz para ponerla en su lugar y vestido con su ropa mas finas y ricas, fue impedido de proseguir caminando. El obispo Zacarias le aconsejó usar ropas mas humildes para emular la humildad de Jesús llevando su cruz... ¡Después de haber obedecido, Heraclio fue capaz de llevar el preciado tesoro sin esfuerzo!

¡Renovemos especialmente nuestra devoción a la Cruz, que nos recuerda la muerte de Jesús, quien murió por nosotros, ¡muerte preciosa que nos salva! Tengamos siempre sobre nosotros una cruz que nos recuerde al Salvador. 
Recordemos también que la piedad cristiana llama 'Cruz' a las pruebas y dificultades de nuestra vida. Si valientemente las llevamos tras el Señor, estas nos harán ganar el cielo como lo recuerda con frecuencia el Santo Cura de Ars:  Las Cruces transformadas en llamas de amor son como un manojo de espinas arrojadas al fuego y este fuego las reduce a cenizas. Las espinas son duras, pero las cenizas son suaves. Los combates nos ponen al pie de la Cruz y la Cruz a la puerta del Cielo.